Desde Berlín (AFP)

Volkswagen pudo ser advertido hace años de la manipulación de controles

Las dificultades se acumulan para Volkswagen, que, según la prensa alemana de este domingo, fue advertido hace años de los riesgos que corría con el programa para trucar los controles anticontaminación, en el centro de un escándalo que estremece al líder mundial del automóvil.

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Entrada a la sede central de Volkswagen el pasado viernes 25 de septiembre en Wolfsburgo (Alemania) - AFP/AFP/Archivos
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Las dificultades se acumulan para Volkswagen, que, según la prensa alemana de este domingo, fue advertido hace años de los riesgos que corría con el programa para trucar los controles anticontaminación, en el centro de un escándalo que estremece al líder mundial del automóvil.

Además, las autoridades alemanas incrementaron la presión sobre el grupo fijándole un ultimátum el 7 de octubre para que sus modelos diésel se ajusten a las normas de emisión en vigor a nivel nacional, so pena de retirar licencias para sus vehículos, según un semanario.

Con todo ello, concluye una semana negra para el constructor alemán, tras haber confesado que colocó en 11 millones de vehículos en todo el mundo un dispositivo informático para burlar los controles anticontaminación y hacerlos pasar, ante los consumidores y las autoridades, por vehículos más ecológicos de lo que eran en realidad.

Ello ya provocó el miércoles la dimisión del presidente del grupo, Martin Winterkorn, y la pérdida de una tercera parte de su valor en Bolsa. Amenaza, además, con destrozar la imagen de probidad que tiene la industria alemana.

El nuevo presidente del directorio de VW, Matthias Müller, procedente de Porsche, ha prometido aclarar todos estos fallos y engaños, que además le pueden costar miles de millones de euros a la empresa, por querellas o investigaciones penales abiertas en EEUU y Alemania.

La tarea se antoja enorme, ya que el grupo parece haber ignorado al menos dos advertencias. La empresa alemana de equipos Bosch entregó en 2007 a Volkswagen, para efectuar controles internos, el programa que ahora originó el escándalo de los motores trucados, precisando que su instalación en vehículos era "ilegal", afirma el domingo el diario alemán Bild.

- La "confidencialidad" -

Precisamente ese año, Volkswagen empezó a instalar el programa en los motores diésel para modificar los resultados de los controles y ahorrar dinero. Un portavoz de Bosch, interrogado por la AFP, rehusó cualquier comentario, amparándose en la "confidencialidad" de sus relaciones con sus clientes.

Además, según la edición dominical del muy respetado Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), un empleado de VW hizo una advertencia a nivel interno en 2011, alertando de que ese 'software' podría "infringir" la legislación.

La investigación interna no ha permitido de momento establecer por qué la dirección de Volkswagen no reaccionó entonces, según el diario, que se pregunta: "¿Qué sabía Winterkorn?".

La respuesta a esta pregunta tendrá, entre otros asuntos, una influencia en el cheque de indemnización que podría recibir Winterkorn al dejar la empresa. Éste puede en teoría aspirar a unos 60 millones de euros en jubilación e indemnizaciones, a condición, no obstante, de que su responsabilidad directa en el escándalo no quede demostrada.

El grupo de Wolfsburgo, que emplea a 600.000 personas en todo el mundo, debe clarificar rápidamente varios interrogantes.

Así, la autoridad federal alemana del transporte por automóvil (KBA) pidió a VW que adopte "medidas obligatorias y un calendario" antes del 7 de octubre para adecuar sus motores diesel a las normas en materia de emisiones contaminantes, según la edición dominical del diario Bild.




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