Perú venció a Venezuela y sigue vivo en las Eliminatorias
Peleando, mostrando amor propio y coraje. Así se puede describir el segundo tiempo de Perú, que reaccionó rápido en el complemento para voltear el partido a Venezuela y ganar 2-1, resultado que nos sacó del último lugar de la tabla de posiciones.
Después de un triunfo peruano, queda la sensación que este equipo debe, puede y tiene cómo ganar todos los partidos que restan en este proceso. No con un fútbol bien jugado, pero si con un sacrificio enorme, con un amor propio que no se puso en tela de juicio en la noche de viernes en el Estadio Nacional.
Y se destaca la reacción rápida. Venezuela pegó muy fuerte cuando Juan Pablo Arango adelantó a la ''Vinotinto'' con un gol de tiro libre que agarró de sorpresa a Raúl Fernández. El 0-1 en contra nos hizo pensar lo que hasta hace algunos años, creíamos imposible: ''Ver a Venezuela salir victoriosa de Lima por primera vez''.
Y se temió eso, más aún tras un primer tiempo discreto de Perú, en que Paolo Guerrero acusó el golpe al tobillo que lo aquejó toda la semana y le impidió estar al 100% en el juego. Farfán y Vargas estuvieron resguardados por sus sectores, mientras que Cruzado y ''Cachito'' Ramírez se dedicaron a jugar, inútilmente, al pelotazo.
El segundo tiempo, la presión era enorme, pero Jefferson Farfán; si, aquel jugador criticado y vapuleado por la afición por su falta de compromiso con el equipo, apareció sutilmente en el segundo tiempo para ganarle la posición a Vega y dejar el balón en un tránsito angustioso a las redes, a un campo seguro, al espacio que todos queremos.
Perú empato el partido y le gana el ánimo a Venezuela. Salió otro equipo bicolor, que no se amilanó con la salida de Guerrero y con un Farfán con la confianza de todo un equipo, de todo un estadio, de todo un país urgido de emociones, de victorias, de sueños.
Si, la ''Foquita'' entendió eso y se convirtió en el héroe de la jornada con un segundo gol, anotado por el hombre del Schalke, pero con una asistencia perfecta de Rinaldo Cruzado, el jugador que podemos decir, ha sido el que más ha evolucionado en este proceso de Markarián.
Con el 2-1 a favor, pese a que la afición pedía más goles, Perú fue cauteloso, más aún cuando Venezuela no sintió la pegada por jugar con un hombre menos (Alejandro Cichero). Se perdieron dos ocasiones claras (con André Carrillo y Cruzado), pero el resultado estaba ahí. Con el pitazo final del árbitro, muchos nos dimos un respiro (necesario) de calma y de tranquilidad, no solo por ganar un partido clave, sino porque nuevamente se reafirma el amor ''Selección-Hincha'', algo que nunca se debe terminar.
Este martes se viene Argentina. el equipo de Lionel Messi y compañía pisará suelo limeño para defender su liderato. Ojalá, como sucedió en 2008, otra vez veamos a un Vargas descollante por su banda y lanzar un buscapié a Guerrero, pero no para empatar el partido, sino para GANAR.
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