Desde Milford Haven (Reino Unido) (AFP)

En Gales, una empresa de tecnologías renovables teme el cierre por el Brexit

El empresario británico Stewart Graves está seguro de que un Brexit sin acuerdo a finales de octubre le obligará a cerrar su planta marina de energía renovable, que actualmente prueba sus prototipos en el mar de Irlanda.

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Un soldador trabaja en el casco de un barco en el astillero de Mainstay Marine Solutions, el pasado 21 de agosto en la localidad británica de Milford Haven, en Gales - AFP/AFP
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El empresario británico Stewart Graves está seguro de que un Brexit sin acuerdo a finales de octubre le obligará a cerrar su planta marina de energía renovable, que actualmente prueba sus prototipos en el mar de Irlanda.

Su astillero en la pequeña localidad galesa de Milford Haven y sus 80 trabajadores también fabrican mástiles de comunicación que los buques de guerra británicos utilizarán para rastrear submarinos enemigos.

Pero Graves teme que muchos de sus ingenieros pronto se queden sin trabajo.

"Somos líderes mundiales en tecnologías renovables y todo esto se va a echar a perder", dice el directivo a la AFP mientras muestra las instalaciones de su compañía, Mainstay Marine Solutions, en el extremo oeste de Gales.

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Stewart Graves, director del astillero Mainstay Marine Solutions, posa para la cámara ante la sede de la compañía, el pasado 21 de agosto en la localidad británica de Milford Haven, en Gales (AFP/AFP)

Si hay un Brexit sin acuerdo "esta empresa tendrá casi con certeza que cerrar sus puertas", advierte.

- "El dogma del Brexit" -

Como muchas otras empresas en Gales, Mainstay Marine Solutions, diversificada en diferentes tipos de tecnología, se beneficia de la financiación europea destinada a estimular el crecimiento económico en una de las regiones más desfavorecidas de Europa.

En esta planta, Bruselas ha financiado proyectos para transformar la energía de las olas y las mareas en electricidad que alimenta directamente a la red nacional británica.

Graves siempre supo que con el Brexit, que los galeses aprobaron por un 52,5% de los votos en el referéndum de 2016, estos flujos de dinero europeo cesarían y teme que Londres no tome el relevo tras el 31 de octubre, fecha en que el primer ministro Boris Johnson prometió abandonar el bloque con o sin acuerdo.

"Tenemos pocas oportunidades de sobrevivir si perdemos un 40% de nuestra actividad y no podemos acudir al mercado europeo debido a los aranceles" que se aplicarían en caso de un Brexit brutal, afirma entre el estruendo de una turbina maremotriz.

"Si realmente quieren hacer grande al Reino Unido, no lo desperdicien todo en el dogma del Brexit", en su lugar "apoyen estas tecnologías neutras en carbono". "No se trata de subvencionar una industria moribunda" sino "de invertir en tecnología puntera", agrega.

Contactado por la AFP, el ministerio de Energía y empresas no hizo comentarios.

- puertos francos -

La empresa de Graves está situada en uno de los diez puertos francos exentos de impuestos que Boris Johnson quiere establecer tras el Brexit para estimular la economía gracias a una mayor libertad fuera de la regulaciones europeas.

El directivo del puerto, Andy Jones, ve una cierta ironía en el hecho de que surjan nuevas iniciativas comerciales en un momento en que el Reino Unido se dispone a pasar la página de 40 años de pertenencia a la UE.

"Habremos necesitado el Brexit para que se reconozca el papel primordial que juega la industria portuaria en materia comercial" en el país, dice a la AFP en una oficina que domina las chimeneas de una refinería situada al otro lado de la bahía.

"El comercio mundial va a continuar. Es un poco un cliché, pero vivimos en una isla. El 95% de todos los intercambios comerciales del Reino Unido pasan por los puertos y eso no va a cambiar", subraya.

Algunos economistas han puesto en duda la capacidad de los puertos francos para alentar realmente la economía: entre 1984 y 2012 se crearon siete en el país, sometidos a las regulaciones europeas, pero todos acabaron cerrando por falta de resultados.

Una perspectiva que no mejora el humor moroso que reina en Milford Haven, donde las autoridades locales temen además que un Brexit brutal amenace 500 empleos de la refinería del grupo estadounidense Valero.

Y es que, como otras cinco instalaciones similares, la refinería advirtió que sus actividades puedan verse perjudicadas: Johnson prometió importar carburante de la UE sin aranceles aduaneros para evitar que se dispare el precio de la gasolina, pero el combustible exportado desde Milford Haven tendría una tasa del 4,7% al entrar en la UE.




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