La Agencia Europea del Medicamento (AEM), que se traslada de la capital británica a Ámsterdam debido a la salida de Reino Unido de la UE, perdió el miércoles una batalla judicial por la ruptura del contrato de arrendamiento de su sede en Londres.
La AEM, encargada de autorizar y controlar los fármacos en la UE, y sus 900 empleados deben entrar oficialmente en funciones en la ciudad holandesa el 30 de marzo, un día después de la fecha prevista para el Brexit, porque sus estatutos prevén que esté basada en un estado miembro de la UE.
Pero el contrato de alquiler de sus oficinas en el distrito financiero de Canary Wharf en Londres va hasta 2039 y suma un montante total de cientos de millones de euros.
Esta agencia europea, que estaba basada desde 1995 en la capital británica, afirmaba que el Brexit "frustró" su arrendamiento, asegurando que esto le permitía poner fin prematuramente a su contrato, de una duración de 25 años.
Pero el propietario del edificio, CWG, un poderoso grupo inmobiliario parcialmente en manos del fondo soberano catarí QIA, defendía lo contrario y en junio de 2018 presentó una querella ante la Alta corte de Justicia británica.
El miércoles, el juez Marcus Smith de ese tribunal dictaminó que el contrato de alquiler "no se verá frustrado por la retirada del Reino Unido de la Unión Europea".
"La AEM sigue obligada a cumplir con sus responsabilidades bajo el contrato de arrendamiento", agregó.
Este caso era seguido muy de cerca por el sector inmobiliario en Reino Unido, porque podía sentar un precedente y alentar peticiones similares por parte de las numerosas empresas afectadas por el Brexit.
La Agencia Europea del Medicamento se instaló el mes pasado en una sede temporal en Ámsterdam, ya que sus nuevas oficinas no estarán lista hasta noviembre.