¿Por qué cuidar los pies en la diabetes?
La diabetes mellitus es una enfermedad que va minando la salud lentamente a quienes la padecen, no suele dar síntomas, pero cuando menos lo esperan se manifiestan las complicaciones.
La diabetes mellitus es una enfermedad que va minando la salud lentamente a quienes la padecen, no suele dar síntomas, pero cuando menos lo esperan se manifiestan las complicaciones.
La diabetes mellitus mal controlada afecta a muchos órganos de nuestro cuerpo como son los ojos, el cerebro, el corazón, el riñón, el hígado, la piel, las arterias, el sistema nervioso y esto se ve reflejado en varias partes del mismo como los pies.
Los pies son parte importante e imprescindible del cuerpo humano. Sirven de soporte en la bipedestación, nos transportan a donde queremos ir y soportan todo el peso de nuestro cuerpo, pese a ello no nos tomamos el tiempo necesario para cuidarlos.
En el diabético los pies son un blanco fácil de infecciones y heridas que muchas veces terminan en amputaciones.
El pie en el diabético puede verse afectado por dos tipos de trastornos que pueden presentarse solos o combinados: uno es la alteración de los vasos sanguíneos, que es una complicación muy frecuente en la diabetes. Sucede que las arterias de las piernas se ocluyen o se taponan y esto ocasiona disminución de la circulación sanguínea, y con el tiempo se van viendo cambios en la temperatura de los pies, los dedos suelen estar más fríos en comparación con el resto del pie, y también se ven cambios en la coloración de la piel de los dedos, éstos toman un color violáceo y hasta se ponen negros. Cuando un dedo o parte del pie se ponen negros es porque no les llega sangre y esto se conoce como gangrena seca. En muchos casos esto es irreversible y se hace necesaria una amputación.
El otro trastorno es la alteración de los nervios del pie, y esto se conoce como neuropatía diabética. La piel del pie va perdiendo gradualmente sensibilidad y el paciente no siente dolor. Tengamos en cuenta que esto no es nada bueno pues el dolor es un signo de alerta, es una barrera de defensa. Si se pierde la sensibilidad y la capacidad de sentir dolor, el paciente puede sufrir una injuria en el pie y no sentirla, luego esta herida abierta se infecta y como no duele no se le da la debida atención. En estos casos suele percibirse la infección cuando se llega a sentir mal olor y la infección ya está bastante avanzada y puede haber llegado al hueso. En muchos de los casos también se necesita amputar para erradicar el foco infeccioso.
En la mayoría de los casos, sin embargo, ambas patologías se manifiestan juntas, es decir se tiene un pie con poca irrigación sanguínea y poca sensibilidad lo que dificulta más la recuperación.Tanto la alteración de la microcirculación y de las terminaciones nerviosas llevan también a una deformación del pie conocida como pie de charcot, que predispone a la formación de úlceras y con el tiempo a amputaciones.
Estos problemas del pie en el diabético se pueden prevenir, esa es la buena noticia. Una de las formas más sencillas es manteniendo las glicemias en los valores normales entre 70 a 100 mg/dl en ayunas y menos de 140 mg/dl 2 horas luego de las comidas. Además se debe mantener la presión arterial debajo de 120/80 mmHg. La otra forma es cuidando nuestros pies diariamente, esto se hace lavándolos a diario, revisando la presencia de heridas en la planta del pie, si no se puede directamente colocando un espejo de mano con el que podamos ver toda la superficie de la planta del pie. Es importante también evitar las infecciones por hongos pues son puertas de entrada a otras infecciones. Se recomienda utilizar toallas de papel desechables, para secar los pies luego del lavado. Hay que tener cuidado con el corte de uñas, pues los uñeros suelen complicarse con infecciones en los pacientes diabéticos y son una causa frecuente de amputaciones.
Otro asunto importante es que no deben haber callosidades en la planta del pie, es mejor removerlas, pero esto debe dejarlo a un especialista, es mejor que un podólogo le revise los pies periódicamente, le corte las uñas y le deje la piel del pie bien tratada. El uso de cremas humectantes en pies y piernas también es recomendable.
Siempre que vaya a su médico pida que le revise los pies, éstos son tan importantes como su corazón o sus riñones. Cuide sus pies y llegará lejos.
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