Desde Vilna (AFP)

La capital de Lituania recupera el placer de las cenas al aire libre

En el corazón de la capital lituana Vilna, la plaza Jonas Basanavicius abrió sus terrazas y varias decenas de comensales se agolparon el viernes por la noche, una semana después de que se autorizara el servicio de restaurante al aire libre.

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La ciudad de Vilna espera convertirse en una gran cafetería al aire libre - AFP/AFP
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En el corazón de la capital lituana Vilna, la plaza Jonas Basanavicius abrió sus terrazas y varias decenas de comensales se agolparon el viernes por la noche, una semana después de que se autorizara el servicio de restaurante al aire libre.

"Esto nos ha hecho tanta falta", comentó a la AFP Elena Cerniauskiene, una empleada de banco, de 33 años, que llegó a cenar con su marido y su hija a la plaza, que lleva el nombre de un médico y luchador por la independencia.

Tras salir del confinamiento, Vilna espera convertirse en un "gran café al aire libre", asegura el alcalde de la ciudad, Remigijus Simasius.

Puesto que las salas permanecen cerradas, la ciudad concedió cerca de 300 permisos para el servicio de restaurante en terraza, un centenar más que en los últimos años, y los ofreció gratuitamente a causa de la pandemia, informó la oficina del alcalde.

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Hasta el momento, Vilna ha emitido casi 300 permisos de cafés y restaurantes al aire libre (AFP/AFP)

También anunció que los cafés y restaurantes podrán poner sus mesas en unos 20 espacios públicos de la capital de este país miembro de la Unión Europea, de 2,8 millones de habitantes.

Gracias a esto "podremos llegar a una cuarta parte de nuestro volumen de negocios habitual. No es mucho, pero en marzo y abril el volumen fue cero", dijo Raimondas Pranka, presidente de la asociación lituana de bares y cafés.

Piano Man Outside, uno de los bares más grandes al aire libre del centro de la ciudad, publicó las instrucciones oficiales antivirus en la entrada.

Su personal vela para que los clientes respeten las reglas de distanciamiento social. Sin embargo, la mayoría de los clientes dejaron caer sus mascarillas, incluso cuando no estaban comiendo o bebiendo, constató un periodista de la AFP.

La decisión de abrir las terrazas "ha sido para mí un gran estímulo", se alegra el propietario del bar, Saulius Galdikas. Pero sería aún más feliz si pudiera abrir sus salas en otras partes de la ciudad.

"Es extraño que las tiendas, e incluso los centros comerciales, estén abiertos, pero que siga estando prohibida la apertura de los cafés aunque se apliquen todas las medidas de seguridad", afirmó a la AFP.

La sucursal del Centro nacional de salud en Vilna indicó que la apertura de las terrazas no parece tener un impacto negativo en el nivel de contaminación.

"Esto se debe al hecho de que en el exterior el aire circula mucho más rápido, mientras que la luz del sol y las altas temperaturas también tienen un impacto positivo", explicó la jefa de este servicio, Rolanda Lingiene.

Según las últimas cifras publicadas, Lituania ha registrado 1.436 casos de contagio, de los cuales 49 murieron.




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