Desde Luanda (AFP)

El nuevo presidente de Angola desmantela el imperio de su predecesor, Dos Santos

Tres meses después de haber tomado las riendas de Angola, el nuevo presidente, Joao Lourenço, empieza a desmantelar pieza por pieza el imperio político y financiero construido durante el largo reinado de su predecesor, José Eduardo dos Santos.

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El expresidente de Angola Jose Eduardo dos Santos asiste a la jura de su sucesor, Joao Lourenço el 26 de septiembre de 2017 en Luanda - AFP/AFP/Archivos
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Tres meses después de haber tomado las riendas de Angola, el nuevo presidente, Joao Lourenço, empieza a desmantelar pieza por pieza el imperio político y financiero construido durante el largo reinado de su predecesor, José Eduardo dos Santos.

La primera en caer ha sido la hija de Dos Santos, Isabel, verdadero emblema -o caricatura- del régimen familiar instaurado durante los 38 años de poder ejercido por el anterior presidente y verdadero hombre fuerte del país.

A mediados de noviembre, un decreto presidencial destituyó a Isabel dos Santos de su cargo de presidenta de la compañía petrolera nacional Sonangol, que le proporciona al país las tres cuartas partes de sus ingresos.

Hace poco más de un año, la llamada "princesa", de 44 años, considerada la mujer más rica de África por la revista Forbes, había sido nombrada por su padre para dirigir la empresa, generando escandalizadas reacciones en la oposición.

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El nuevo presidente de Angola, Joao Lourenço, pronuncia su primer discurso en la Asamblea Nacional, en Luanda, el 16 de octubre de 2017 (AFP/AFP/Archivos)

Pero Joao Lourenço -ex ministro de Defensa de dos Santos y como éste miembro relevante del MPLA, sólidamente instalado en el poder desde la independencia en 1975- no ha dudado en destituir a la hija de su predecesor.

"Sonangol es la gallina de los huevos de oro de Angola. Vamos a ocuparnos de ella muy cuidadosamente", explicó el presidente.

Pese a haber sido un pilar del régimen, Lourenço había prometido durante la campaña previa a las elecciones presidenciales del 23 de agosto que tomaría sus distancias con la familia Dos Santos. "Nadie estará por encima de la ley", "yo seré el único presidente", había proclamado. Pocos lo tomaron en serio.

Se equivocaron. Pues nada más llegar al poder, Lourenço abrió las hostilidades, cambiando a los responsables de las instituciones más importantes (banco central, petróleo, industria del diamante, prensa), fieles todos al antiguo presidente, por otros, cercanos al nuevo jefe de Estado.

- Colocar a su equipo -

"Joao Lourenço coloca a su equipo", observa el periodista opositor Rafael Marques. "Lo que es extraordinario es que demuestra que es él el presidente, y no el MPLA", subraya.

La policía y el ejército también se han visto afectados. Antes de dejar el poder, Dos Santos trató de preservar por ley y durante varios años a una jerarquía a sus órdenes. Pese a ello, Lourenço ha reemplazado a jefes policiales y de la inteligencia militar.

"Claramente, ha roto el pacto que hizo con Dos Santos en el momento de su investidura", asegura Alex Vines, analista en el centro de reflexión británico Chatham House. "Está demostrando que la familia dos Santos ya no está protegida", destaca.

Las iniciativas del nuevo líder han conmocionado en el seno del MPLA, donde el "camarada número 1" Dos Santos conserva aún fuertes apoyos.

Otra hija de dos Santos, Welwitschia, miembro del comité central del MPLA, se ha quejado públicamente del trato que recibe su familia.

Un diputado del partido en el poder, Joao Pinto, se permitió incluso lanzar una advertencia al nuevo presidente. "Hay que evitar las cazas de brujas y las venganzas", declaró recientemente.

La oposición y la sociedad civil observan esta guerra de clanes con prudencia y sin grandes ilusiones.

"El presidente quiere ganarse la confianza de las instituciones financieras mundiales y de los gobiernos extranjeros al hacer creer que combate la corrupción", explica el periodista Mussa Garcia. "Pero todos forman parte de la misma banda", aseguró.

El clan Dos Santos, privado de la Sonangol, conserva sin embargo el control de otra joya de la corona, el fondo de inversión soberano del país, dirigido por otro hijo, José Filomeno. Pero ya hay rumores sobre su próxima dimisión, pues "Zenu" (tal es su apodo) está implicado en el escándalo de los papeles del paraíso.

Además, se viene otra batalla en la que está en juego el futuro del propio expresidente José Eduardo dos Santos. De 75 años de edad, debilitado por la enfermedad, el exhombre fuerte de Angola anunció su retirada política para 2018: hasta entonces conservará la presidencia del todopoderoso MPLA, lo que le garantiza protección.

"Pero una vez que ya no sea presidente del partido, o que su salud se debilite", augura Alex Vines, "la presión será aún mayor sobre su familia".




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