Desde Pekín (AFP)

El coronavirus ensombrece las ambiciones cinematográficas de China

El viernes por la noche, en un distrito de moda de Pekín, el cine Megabox está cerrado. Lleva así casi un mes por el brote del coronavirus que paraliza el sector cinematográfico y podría debilitar un mercado importante para las producciones de Hollywood.

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Dos trabajadores con mascarillas para protegerse del nuevo coronavirus promocionan la película Mulan en un centro comercial vacío de Pekín el 16 de febrero de 2020 - AFP/AFP
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El viernes por la noche, en un distrito de moda de Pekín, el cine Megabox está cerrado. Lleva así casi un mes por el brote del coronavirus que paraliza el sector cinematográfico y podría debilitar un mercado importante para las producciones de Hollywood.

El Megabox (con ocho pantallas) ha cerrado sus puertas "para evitar el contagio", y no ha fijado una fecha para la reapertura.

La mayoría de los cines chinos están cerrados desde el 24 de enero, debido a las medidas impuestas para detener la epidemia del nuevo coronavirus, que de todos modos incita a los chinos a quedarse en casa.

El brote ha caído en mal momento: las largas vacaciones del Año Nuevo lunar (que este año cayeron el 25 de enero) suelen suponer un aumento de asistencia al cine y muchos éxitos de taquilla se estrellan en estas fechas.

"En 2019, los ingresos de los cines durante las vacaciones de Año Nuevo representaron entre el 20% y el 30% de la taquilla total anual, es enorme", recuerda Wilson Chow, experto en esta industria, del gabinete PwC.

En el día del Año Nuevo Lunar de 2019, los cines recaudaron 240 millones de dólares y este año los ingresos cayeron a 300.000 dólares, según Chow.

- "Destruir la industria del cine" -

El grupo público China Film Group Corporation obtuvo el año pasado 8% de sus ingresos anuales durante estas vacaciones. Con los cines cerrados y el aplazamiento del estreno de las películas que coproduce, la epidemia "tendrá ciertamente un impacto" en sus resultados, advirtió.

Si el cierre se prolonga los cines menos sólidos podrían cerrar, afirma Wilson Chow.

Las perspectivas también son sombrías para las grandes cadenas, ya en apuros por la competencia de internet.

Huanxi Media, un gran estudio, ha decidido difundir directamente en línea su esperada comedia "Lost in Russia", en lugar de retrasar el estreno. Se asoció con el gigante de internet Bytedance, que le pagó 90 millones de dólares para proponer la película en sus plataformas Douyin y Toutiao.

Varias cadenas de cine importantes, incluidas Wanda, Bona, Dadi y Lumiere Pavilions, se enfurecieron y amenazaron en una carta conjunta con boicotear las próximas películas de Huanxi.

Para ellos, este precedente "equivale a destruir deliberadamente la industria cinematográfica".

Otros estudios han aplazado sus lanzamientos y muchos rodajes se han suspendido o se ralentizan. El precio de la acción del productor Wanda Film cayó un 25% en un mes en la Bolsa de Shenzhen.

Por el contrario, la plataforma de video en la red iQiyi sale beneficiada: ha avanzado su programa de distribución de películas para satisfacer la demanda de los chinos confinados en casa.

- Disney a la espera-

La asistencia a los cines ha explotado durante una década: las ventas de entradas en China (que cuenta con más de 60.000 pantallas) alcanzaron los 9.200 millones el año pasado, en comparación con los 1.500 millones de 2010.

China se encaminaba a destronar a Estados Unidos en 2020 como el mercado más taquillero del mundo. La epidemia se lo impide.

La onda expansiva es global: el mercado chino se ha vuelto vital para las superproducciones de Hollywood, y las películas extranjeras generan un tercio de los ingresos en China.

Disney contaba con un éxito colosal en la primavera con su nueva película "Mulan", una producción de 200 millones de dólares que narra las aventuras de una joven china disfrazada de soldado.

Pero el gigante estadounidense, ya afectado por el cierre de sus parques de atracciones en Hong Kong y Shanghái, reconoce que no sabe cuándo podrá difundir "Mulan".

Otra víctima: el operador y distribuidor Imax Corp., con sede en Canadá. Podría dejar de ganar más de 60 millones de dólares. En un comunicado asegura que sigue apostando por estrenos, pero pospuestos a más tarde en 2020, y por una demanda de ocio "siempre alta".

Se ignora cuándo se permitirá la reapertura de los cines y si los espectadores volverán a ellos con entusiasmo pese al trauma de la epidemia.




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