La compañía hongkonesa Cathay Pacific, actualmente bajo presión de China, advirtió el lunes a sus empleados que podrían ser despedidos si "apoyan o participan en protestas ilegales" en Hong Kong.
Este aviso tiene lugar en medio de las represalias de Pekín a la compañía aérea con respecto a las protestas en Hong Kong, una movilización sin precedentes desde la retrocesión del enclave por parte de Londres a China en 1997.
La dirección general de la aviación civil china exigió el viernes a Cathay Pacific los nombres del personal a bordo de sus vuelos con destino a China, o que crucen su espacio aéreo.
Pekín señaló que los empleados que apoyen el movimiento prodemocracia no estarían autorizados en estos vuelos. La compañía hongkonesa ya hizo saber que se plegaría a estas demandas.
"Cathay Pacific tiene una política de tolerancia cero respecto a las actividades ilegales. En particular, en el contexto actual, habrá consecuencias disciplinarias para los empleados que apoyen o participen en protestas ilegales", indica Hogg.
"Estas consecuencias pueden ser graves e implicar la rescisión del contrato de trabajo".
También advirtió a los trabajadores que no apoyen ni participen en una nueva manifestación en el aeropuerto de la excolonia británica.
Las "acciones y palabras de nuestros empleados fuera de las horas de trabajo pueden tener un impacto importante en la empresa", insistió.
La movilización, que estalló hace dos meses como rechazo a un proyecto de ley de extradiciones, es para Pekín el mayor desafío en Hong Kong desde 1997. En estas últimas semanas, el gobierno central no ha dejado de endurecer su discurso y multiplicar las advertencias contra los manifestantes.