19 Jul 2023

Robótica Educativa: Recurso pedagógico para empoderar a los más pequeños

Esta metodología fomenta la confianza y autoestima, además de desarrollar habilidades como la tolerancia a la frustración, sociabilidad, cooperación y empatía

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Con el transcurso del tiempo, la robótica ha evolucionado como una disciplina educativa innovadora y estimulante para los niños. Más allá de enseñar habilidades técnicas y potenciar sus conocimientos científicos, la robótica desempeña un papel esencial al ayudar a los niños a desarrollar confianza y autoestima.

A través de la exploración, la creatividad y la resolución de problemas, los niños que participan en talleres o cursos de robótica descubren su propio potencial y aprenden a confiar en sus habilidades. Además, experimentan el éxito al alcanzar logros significativos.

Al trabajar en proyectos de robótica, los niños se enfrentan a desafíos que requieren pensamiento crítico, resolución de problemas y colaboración. Al superar estos desafíos, aumenta su confianza en sus propias habilidades, lo que a su vez fortalece su autoestima. Esto fue señalado por Ricardo Chunga, especialista en educación STEAM.

Es importante destacar que esta metodología también desarrolla otras habilidades sociales que les serán útiles para tener éxito en ámbitos académicos, profesionales y personales.

  • Tolerancia a la frustración: Durante el proceso de construcción y programación de robots, los niños pueden encontrarse con obstáculos y dificultades. Aprender a lidiar con la frustración es esencial para superar dichos obstáculos y encontrar soluciones. La robótica les enseña a perseverar, a no rendirse fácilmente y a buscar diferentes enfoques para alcanzar sus metas.
  • Sociabilidad y cooperación: Al participar en proyectos de robótica, los niños aprenden a colaborar, compartir ideas y trabajar en equipo para lograr objetivos comunes. Esta experiencia les enseña la importancia de escuchar a los demás, respetar diferentes perspectivas y valorar la contribución de cada miembro del equipo.
  • Empatía: Al diseñar y programar robots, los niños se enfrentan a la tarea de comprender las necesidades y perspectivas de los usuarios finales. Esto les permite ponerse en el lugar de otras personas y considerar cómo sus creaciones pueden mejorar la vida de los demás.

En resumen, la robótica no solo brinda acceso a la tecnología, sino que también promueve el crecimiento personal y la construcción de un futuro prometedor. A través de la exploración, el descubrimiento y la resolución de problemas, los niños desarrollan habilidades y competencias emocionales que los preparan para enfrentar con éxito los desafíos de la vida.





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