Ventas y producción de vehículos anotan fuertes caídas en Brasil

Las ventas y la producción de vehículos en Brasil registraron fuertes caídas en el primer cuatrimestre y seguirán retrocediendo hasta junio, una nueva señal negativa para una industria golpeada por el enfriamiento de la economía.

Según datos informados el jueves por la asociación de fabricantes Anfavea, entre enero y abril se fabricaron en Brasil 881.770 vehículos, un 17,5% menos que en igual periodo de 2014, mientras que las ventas cayeron 19,2% a 893.630 unidades.

Sólo en abril la producción fue de 217.100 vehículos, con una contracción interanual de 21,7%, y las ventas de 219.300, con un fuerte retroceso de 25,2% respecto a abril del año pasado.

"Ya preveíamos un abril difícil, tal como serán mayo y junio. Ciertamente estamos en un período de dificultades", dijo Luiz Moan Yabiku, presidente de Anfavea, en una rueda de prensa en Sao Paulo.

El número de vehículos almacenados es "muy alto", sostuvo Yabiku, reconociendo que la falta de actividad "lleva a todas las empresas a acomodarse a estos nuevos niveles de venta", algo que también impactará en el mercado laboral, en momentos en que la economía de Brasil está estancada.

Tras marcar un récord de fabricación en 2013, la industria comenzó a dar muestras de estar en problemas en 2014 con caídas en las ventas y la producción.

Habrá "un ajuste de producción en relación a los niveles de consumo tanto dentro del mercado interno como externo", alertó el presidente de Anfavea.

La industria automotriz emplea actualmente a 139.580 trabajadores, un 9,5% menos que en abril de 2014.

Recientemente, Volkswagen anunció vacaciones colectivas para parte de sus trabajadores durante diez días con el objetivo de "ajustar el volumen de producción a la demanda de mercado", según una nota de la firma.

Medidas similares fueron adoptadas por otras fabricantes como General Motors.

Brasil es el séptimo productor mundial de vehículos, con una producción en 2014 de 3,15 millones de unidades, unas 560.000 menos que en el año precedente.

La economía del gigante sudamericano, la séptima del mundo, creció apenas 0,1% en 2014 y anotó su cuarto año de débil expansión. Al estancamiento se suman una inflación creciente y un aumento de las tasas de interés para tratar de contenerla, una medida criticada por sectores productivos que temen una caída en las inversiones y menos consumo.