Desde Santiago (AFP)

Sigue disminuyendo la actividad del volcán chileno Calbuco

La actividad del volcán Calbuco seguía disminuyendo este martes, pero la gran cantidad de cenizas que expulsó en sus dos potentes erupciones de la semana pasada continúan siendo un dolor de cabeza para los habitantes del sur chileno y argentino.

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Residentes de Pucón usan mascarillas para evitar inhalar las cenizas provenientes del volcán Calbuco, a 400 km, en el sur de Chile, el 27 de abril de 2015 - AFP/AFP
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La actividad del volcán Calbuco seguía disminuyendo este martes, pero la gran cantidad de cenizas que expulsó en sus dos potentes erupciones de la semana pasada continúan siendo un dolor de cabeza para los habitantes del sur chileno y argentino.

El macizo que después de 54 años despertó lanzando sorpresivas erupciones el miércoles y jueves de la semana pasada, mantenía este martes una "sismicidad en nivel más bajo que la víspera", de acuerdo al último reporte del Servicio nacional de Geología y Minas (Sernageomin).

Un nivel de sismicidad alto precede a una posible nueva erupción.

De acuerdo al Sernageomín, restan aún 24 horas para poder consolidar una tendencia de comportamiento del macizo, y eventualmente, poder bajar el nivel de alerta roja que se mantiene la región de Los Lagos, a unos 1.300 km al sur de Santiago.

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El lago Nahuel Huapi en la provincia de Río Negro, 1.570 km al suroeste de Buenos Aires el 24 de abril de 2015 (AFP/AFP)

- Más polución en invierno -

Si bien la fumarola que emergía este martes del volcán era "más débil" que la de los últimos días, según el Sernageomin, la gran cantidad de cenizas que expulsó en las erupciones del miércoles y jueves siguen causando estragos en el sur de Chile y Argentina.

En sus dos erupciones, el Calbuco lanzó unos 210 millones de metros cúbicos de cenizas.

Cada metro cúbico significa cerca de una tonelada de material volcánico que se acumulaba en las localidades más cercanas al macizo, como Ensenada, donde hay cerca de un metro de material volcánico, pero también había cubierto provincias del sur argentino.

En Río Negro, la ciudad de San Carlos de Bariloche, de unos 110.000 habitantes, la alcaldía solicitó a sus habitantes conducir a baja velocidad para reducir al máximo el vuelo de cenizas.

Cuadrillas municipales se abocaban a la tarea de limpieza de esta ciudad situada a 100 km del volcán, donde los escolares ya habían retornado a clases.

En el sur de Chile, en tanto, los esfuerzos se enfocaban en despejar las toneladas de cenizas acumuladas, antes de que este jueves llueva con fuerza en la zona.

"El riesgo es la combinación de material volcánico con grandes lluvias", advirtió el vicemisnitro de Obras Públicas, Sergio Galilea.

Las lluvias podrían arrastrar las cenizas y el material volcánico por las quebradas de los ríos, lo que eleva el riesgo de aluviones que arrasen con todo a su paso.

Otro riesgo es la dispersión de las cenizas finas, las que empeorarían los niveles de polución en gran parte de Chile, incluida la capital, Santiago, que sufre ya altos niveles de contaminación atmosférica, sobre todo en el invierno austral.

"Habrá un impacto importante en la calidad del aire de todo el invierno", advirtió el especialista en contaminación atmosférica de la Universidad de Santiago, Patricio Pérez, al diario El Mercurio.

En cuanto a los vuelos aéreos, éstos paulatinamente habían retornado a la normalidad en los aeropuertos de Santiago, Buenos Aires y Montevideo.




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