La compañía petrolera española Repsol publicó este martes un beneficio neto trimestral de 608 millones de euros, casi estable, y superior a lo esperado gracias al alza de las actividades de producción.
Este resultado se ubicó por encima a lo previsto por los analistas interrogados por la agencia financiera Factset, que lo situaba en 582 millones, y es casi idéntico al del primer trimestre de 2018, cuando su beneficio neto fue de 610 millones.
Los mercados acogían bien este resultado: en la Bolsa de Madrid, las acciones de la petrolera cotizaban en alza de un 1,42% a 14,96 euros en un mercado a la baja de un 0,40% alrededor de las 10h30 (08h30 GMT).
Las actividades de extracción y de producción de hidrocarburos ("upstream") vieron su beneficio progresar en 12,5% a 323 millones, mientras que las actividades de refinación y distribución ("downstream") retrocedieron 4,9% a 404 millones.
En su sector de producción, Repsol pone de relieve los menores costes de explotación y la apreciación del dólar frente al euro, lo que compensó unos precios más bajos del crudo y una producción paralizada en Libia una buena parte del trimestre.
La compañía extrajo 700.000 barriles equivalentes de petróleo diarios en el periodo, un 3,7% menos que en el primer trimestre de 2018.
Del lado de la distribución, un invierno más amable en América del Norte y España hicieron recular las ventas de gas.
Su deuda progresó un 7% con respecto a fines de diciembre, a 3.686 millones de euros, debido principalmente a operaciones financieras.