Desde Pekín (AFP)

Las exportaciones chinas caen pero su comercio con Rusia alcanza un pico

Las exportaciones de China se contrajeron en mayo penalizadas por la débil recuperación de la segunda economía mundial, pero el volumen de sus intercambios comerciales con Rusia alcanzó su nivel más alto desde el inicio de la invasión de Ucrania.

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Los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping (izq.) y Vladimir Putin, abogaron en una cumbre en marzo por impulsar el comercio bilateral hasta los 200.000 millones de dólares en 2023 - AFP/SPUTNIK/AFP
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Las exportaciones de China se contrajeron en mayo penalizadas por la débil recuperación de la segunda economía mundial, pero el volumen de sus intercambios comerciales con Rusia alcanzó su nivel más alto desde el inicio de la invasión de Ucrania.

Indicador históricamente clave del crecimiento del país, las exportaciones chinas disminuyeron un 7,5% interanual el mes pasado, según los datos publicados en dólares el miércoles por los servicios aduaneros.

En un contexto de inflación global, amenaza de recesión mundial y baja demanda, las importaciones del gigante asiático también retrocedieron un 4,5% en el mismo mes.

Pero a diferencia de la tendencia general, los intercambios con Rusia llegaron a su nivel más alto desde el inicio de la guerra de Ucrania en febrero de 2022, señal del intento de Pekín de respaldar a su aliado golpeado por las sanciones occidentales.

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Contenedores de mercancías en el puerto de Nanjing, en el este de China, el 3 de enero de 2023 (AFP/AFP/Archivos)

El comercio entre ambos países en mayo llegó a 20.500 millones de dólares, con un saldo favorable a Rusia que exportó por valor de 11.300 millones de dólares, según el servicio de aduanas.

Los datos del miércoles también muestran un fuerte aumento del 75,6% de las exportaciones chinas hacia Rusia en mayo, el salto más importante desde la invasión de Ucrania.

China es el principal socio comercial de Rusia, con un volumen de intercambios que llegó al récord de 190.000 millones de dólares en 2022, según los datos aduaneros del gigante asiático.

Durante una cumbre en marzo, sus respectivos presidentes, Xi Jinping y Vladimir Putin, abogaron por impulsar el comercio bilateral a 200.000 millones de dólares en 2023.

En este impulso juegan un papel importante las exportaciones de energía de Rusia hacia China, que deben crecer un 40% este año, dijo el viceprimer ministro ruso Alexander Novak en mayo.

China se presenta como un actor neutral en la guerra de Ucrania, pero recibió críticas de los países occidentales por no condenar la invasión y por su alianza estratégica con Moscú.

- Caída de la demanda -

La relación comercial con Rusia no es representativa de las dificultades que atraviesa actualmente el gigante asiático.

Las exportaciones habían experimentado un breve repunte en marzo y abril, después del fin de la política de restricciones cero covid que había atenazado la segunda economía mundial.

Para mayo, los analistas consultados por Bloomberg preveían una contracción de las exportaciones más moderada, del 1,8%.

Pero la amenaza de recesión en Estados Unidos y Europa, combinada con una inflación galopante, contribuyó a debilitar la demanda internacional de productos chinos.

"China es en parte dependiente de la salud de la industria europea y americana, que lleva a cabo el ensamblaje de sus productos en China", subrayó Guillaume Dejean, analista macroeconómico para el grupo financiero Convera.

"La inflación elevada y la subida de tipos de interés en estas regiones han penalizado seriamente la demanda", dijo.

A excepción de marzo y abril, las exportaciones de China evolucionaron negativamente desde octubre de 2022, cuando la política de restricciones anticovid penalizó más duramente la economía del país.

En diciembre, el gigante asiático levantó la mayoría de estas medidas y abrió el camino para una recuperación de la actividad que se tradujo en un crecimiento del 4,5% en el primer trimestre de 2023.

Pero la reactivación se debilita en una economía lastrada por un sector inmobiliario apalancado, la desconfianza de los consumidores y la desaceleración mundial.

Para respaldar su economía, Pekín podría poner en marcha un "nuevo plan de relanzamiento para el sector inmobiliario" y decretar una bajada de tipos de interés, augura Ken Cheung, analista del banco japonés Mizuho.




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