Desde Jujucato (México) (AFP)

La 'fiebre verde' del aguacate en México, un negocio tóxico

Liliana Carmona extraña los cerros de pinos que la vieron crecer en una pequeña comunidad del oeste de México y que ahora están devastados por la creciente demanda de aguacates en mercados extranjeros desde hace más de 10 años, la 'fiebre verde'.

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El granjero Alfonso Trujillo observa los aguacates de su huerta en el municipio de Uruapan, en el estado de Michoacan, México, el 18 de octubre de 2016 - AFP/AFP
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Liliana Carmona extraña los cerros de pinos que la vieron crecer en una pequeña comunidad del oeste de México y que ahora están devastados por la creciente demanda de aguacates en mercados extranjeros desde hace más de 10 años, la 'fiebre verde'.

Carmona, una mujer robusta de 36 años, es madre de dos hijos y vive de una tienda de comestibles en Jujúcato, un pueblo de menos de 300 habitantes aledaño a Uruapan, considerada la capital mundial del aguacate, en el estado de Michoacán.

A 1.900 metros sobre el nivel del mar, Jujúcato está rodeada de hileras de montañas que, incluso a gran distancia, se ven carcomidas por los arbustos del fruto verde.

Ante la falta de pinos, cada año Liliana siente "más calor", pero lo que más le preocupa a ella, al maestro de la escuela local y a los investigadores son las posibles consecuencias para la salud de los agroquímicos utilizados para producir aguacate en los bosques altos.

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Una huerta de aguacates en Zirahuen, en el estado mexicano de Michoacan, el 18 de octubre de 2016 (AFP/AFP)

"La estornudadera no para cuando fumigan", cuenta.

El panorama es alarmante. Unas 137.000 hectáreas de Michoacán están destinadas al aguacate, de acuerdo con las cifras del gobierno estatal. La mitad en áreas de bosques vendidas con artilugios legales, sostiene Jaime Navia, titular de la ONG Grupo Interdisciplinario de tecnología Rural Apropiada (GIRA).

La tasa anual de deforestación es de 2,5%, de acuerdo con GIRA.

El cultivo del aguacate tuvo su primer 'boom' en la década de 1970, pero comenzó a expandirse sin control en los bosques a partir de 2000, según Navia.

Las cifras de la secretaría de economía indican que desde 2003 la demanda de ese fruto en Estados Unidos y otros países ha crecido de forma constante.

De las variaciones de esta especie arbórea originaria del centro de México, la favorita es la Hass, creada en la década de 1920 por un agricultor en California, Estados Unidos, pero que se cultiva con mucha más facilidad en este país latinoamericano.

En 2003, el valor de las exportaciones a ese país del 'oro verde', repleto de vitaminas, proteínas y ácidos grasos, fue de 58,8 millones de dólares, pero en 2015 esa cifra alcanzó los 1.528 millones de dólares. Las ventas a Japón pasaron de 40 millones de dólares a 106 millones de dólares.

Hace unas semanas, varios agricultores detuvieron un par de días el embalaje del aguacate en protesta por los precios que fijaron los empaquetadores en esta temporada y que oscila entre 1,8 y 2,6 dólares el kilo de aguacate, lo que provocó un alto impacto en la oferta en Estados Unidos.

- Por aire y por agua -

Parado en la explanada de la escuela Primero de mayo de Jujúcato, que tiene de fondo los cerros arrasados, Salvador Sales dice que en los 15 años que lleva dando clases allí, la expansión sin control de esos cultivos ha traído también un aumento de enfermedades respiratorias y estomacales en sus alumnos.

"Consideramos que son a causa de los productos (agroquímicos) que se han estado aplicando" en las huertas y que se esparcen por el aire, dice Sales, también preocupado por el riesgo de que se derramen los gigantescos contenedores de agua que los aguacateros, que invaden los bosques, han construido en lo alto de los cerros.

Hay plantaciones de aguacate hasta a 2.600 metros sobre el nivel del mar "aunque no sean tan productivas", advierte Navia en Tzararacua, una unidad de organización comunal donde se cultiva aguacate pero protegiendo el entorno. Una hectárea de aguacate genera 5.377 dólares por año.

Otro riesgo al sembrar a esa altura aguacates es que los agroquímicos se escurran hasta los arroyos, ríos o lagos.

El investigador Alberto Gómez Tagle, autor del libro 'Espejo de los Dioses: estudios sobre ambiente y desarrollo en la cuenca de Zirahuén' (2010), dice que ese lago y sus comunidades aledañas pueden estar sufriendo ya las consecuencias.

Una de las poblaciones que rodean el lago pidió ayuda a investigadores cuando sus habitantes comenzaron a sufrir "problemas de hígado, problemas renales cuando no los había habido (...) en el momento en el que se ampliaron las huertas y que se empezaron a utilizar todo tipo de pesticidas", dice Gómez Tagle.

- Detener la expansión -

"Estamos estudiándolo. Sospechamos que es por la filtración no solo en los mantos freáticos, sino en los ríos, arroyos y manantiales cercanos al lago y que derivan de las zonas montañosas donde están estos cultivos", adelanta.

Algunos agricultores y autoridades se están organizado para detener la expansión de cultivos y recuperar tierras invadidas de los bosques de Michoacán.

Desde agosto pasado se han formado operativos con cuerpos de seguridad en los que ya han recuperado un centenar de hectáreas y han detenido a un centenar de personas, la mayoría jornaleros que fueron liberados. También se abrieron investigaciones contra los dueños de esas huertas, dijo a AFP el secretario de Medio Ambiente de Michoacán, Ricardo Luna.

Además se está creando una etiqueta para que el consumidor identifique las huertas de aguacates respetuosas con el bosque.

Esta región, que tiene costa en el Pacífico, se hizo tristemente célebre hace años por el impacto sanguinario del narcotráfico, que también fue seducido por el rentable fruto.

Una fuente del gobierno estatal dijo a AFP que algunos de los aguacateros que invadieron los bosques son integrantes de "la delincuencia organizada", pero que el gobierno ya ha recuperado algunas de esas hectáreas.



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