La actividad del sector manufacturero en China se frenó en abril después de una subida inesperada en marzo, cuando el país intenta impulsar la economía paralizada por la pandemia del coronavirus.
El índice de gestores de compras (PMI) para abril se situó en 50,8 puntos, en comparación con 52 en marzo, anunció este jueves la oficina nacional de Estadísticas (BNS).
Es un resultado ligeramente inferior a la previsión media de los analistas consultados por Bloomberg, que contaban con 51.
Una cifra por encima de 50 indica una expansión en la actividad y una por debajo refleja una contracción.
"La demanda repunta, pero a un nivel más bajo que la producción", sobre todo en el sector textil y de las materias primas químicas, señala Zhao Qinghe, de la BNS.
La epidemia, que ha tenido un grave impacto en la producción y el funcionamiento de las empresas, detuvo prácticamente el país en febrero, mientras cientos de millones de chinos vivían encerrados en casa.
Desde entonces la actividad se ha reanudado gracias al levantamiento gradual de las medidas de confinamiento, pero las consecuencias en la economía permanecen.
"Algunas empresas registran una baja demanda, tienen dificultades para vender sus productos y los nuevos pedidos tardarán su tiempo", afirma Zhao.