Ante la hecatombe económica desatada por la pandemia de coronavirus, el Banco central Europeo (BCE) dijo este jueves estar preparado para reforzar su programa de emergencia y prolongarlo más allá de 2020, tras su serie de medidas excepcionales tomadas desde marzo.
"La zona euro se enfrenta a una contracción económica de una magnitud y una velocidad nunca vistas en tiempos de paz", declaró la presidenta de la institución, Christine Lagarde, en una sala de prensa vacía.
El BCE prevé un retroceso de entre "5 y 12%" del Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro este año, reflejo de una "gran incertidumbre" que rodea el impacto económico de la pandemia, explicó.
Esta violenta recesión, cuyas consecuencias sociales son por ahora imposibles de evaluar, se verá seguida de una "reactivación" económica en cuanto las medidas de confinamiento se vayan flexibilizando poco a poco, pero "la velocidad y la magnitud" de esta recuperación son "muy inciertas", añadió.
La institución mostró este jueves su determinación a aumentar, si es necesario, la cantidad de compra masiva de deuda decidida el 18 de marzo, en el marco del programa de urgencia PEPP, dotado con 750.000 millones de euros (unos 810.000 millones de dólares) hasta finales de año, y prolongarla "más allá de 2020".
- Préstamos muy favorables -
En lo inmediato, el BCE confirmó gran parte de las medidas tomadas a mediados de marzo, cuyo objetivo es evitar que las condiciones de financiamiento se endurezcan y empeoren el impacto económico de la crisis.
El único cambio: la próxima serie de grandes préstamos a los bancos (llamados TLTRO) tendrá todavía condiciones más favorables. La tasa más favorable bajará de -0,75% a -1%, durante el periodo de junio de 2020 a junio de 2021, para que los bancos den suficientes créditos a los sectores económicos.
Con esta medida, el BCE quiere estimular la distribución de créditos para evitar las quiebras en cascada, y los despidos que les siguen, sin modificar no obstante su principal tasa de interés, que se mantiene en mínimos históricos.
La institución monetaria lanzará hasta septiembre 2021 una serie de préstamos sin condiciones a bancos, propuestos a una tasa de -0,25%. Se trata de una medida dirigida a los pequeños bancos, impulsada por el Banco Federal Alemán, según una fuente cercana al BCE.
"La decisión de dejar todos los otros instrumentos sin cambiar muestra que el BCE quiere primero ver cómo resultan las medidas recientes", pero se "guarda un as en la manga" para reforzar su acción, explica Carsten Brzeski, del banco ING.
- "Flexibilidad" -
En la compra de activos, el BCE desembolsará 120.000 millones de euros adicionales de aquí a diciembre, en el marco de la flexibilización cuantitativa o "QE", un programa desarrollado entre marzo de 2015 y fines de 2018, y que se reactivó en noviembre pasado.
El organismo también espera utilizar la "flexibilidad" del PEPP, prometió Lagarde, a nivel de las "clases de activos", de países afectados y "en el tiempo".
De hecho, este dispositivo excepcional permite al BCE centrar sus esfuerzos en los países más debilitados, como Italia. En ese sentido, en el marco del PEPP, el banco no tiene en cuenta la regla que normalmente le impide comprar más de un tercio de la deuda emitida por un país.
Estas ayudas públicas desplegadas en toda la zona euro crearán una vertiginosa deuda soberana, estimada en un billón de euros, solo para Alemania, Francia, Italia y España, que el BCE tiene la capacidad de absorber.
Lagarde insistió una vez más en una "acción común" en la zona euro, que "muestre la solidaridad hacia los más afectados por la crisis actual. La semana pasada, ya advirtió a los dirigentes europeos contra el riesgo de "actuar poco y demasiado tarde".