El gobierno brasileño redujo a 2,5% sus expectativas de crecimiento para 2018 y recortó también sus previsiones de inflación en momentos en que la recuperación de la mayor economía latinoamericana, apenas salida de la recesión, da señales de letargia.
El gobierno brasileño redujo a 2,5% sus expectativas de crecimiento para 2018 y recortó también sus previsiones de inflación en momentos en que la recuperación de la mayor economía latinoamericana, apenas salida de la recesión, da señales de letargia.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil debería registrar este año un aumento de 2,5%, en lugar del 2,97% previsto hasta ahora, indicó un informe publicado este martes por el ministerio de Planificación.
Esa estimación coincide con la de los operadores de mercado, de acuerdo con la última encuesta Focus realizada semanalmente por el Banco central (BCB) con un centenar de analistas financieros.
La economía brasileña creció 1% en 2017 después de contraerse 3,5% tanto en 2015 como en 2016.
El debilitamiento del despegue podría reflejarse ya en el primer trimestre: según datos preliminares del BCB, el PIB brasileño se contrajo 0,13% en ese periodo en comparación con el trimestre anterior. Los datos oficiales se publicarán el próximo 30 de mayo.
El desempleo volvió además a aumentar en los últimos tres meses, para situarse a fines de marzo en 13,1%, con 13,7 millones de personas en busca de trabajo.
El gobierno redujo por otra parte su proyección de inflación en 2018, de 3,64% a 3,11%, por encima del piso de la meta de 3% fijada por el BCB (cuyo centro es de 4,5%).
Pese a esos datos, el BCB decidió la semana pasada mantener sin cambios, en 6,5%, su tasa de referencia, decepcionando a quienes esperaban un recorte de 0,25 puntos porcentuales, para alentar la inversión y el consumo.
El Comité de Política Monetaria (Copom) del BCB explicó en sus actas publicadas este martes que había evaluado la posibilidad de un recorte de la tasa, pero que finalmente se abstuvo de hacerlo, considerando entre otras cosas que la fuerte alza del dólar en las últimas semanas creaba nuevas presiones inflacionarias.
El Copom también explica que "una frustración de las expectativas sobre la continuidad de las reformas y los ajustes necesarios en la economía brasileña puede (...) elevar la trayectoria de la inflación".
El gobierno de Michel Temer no consiguió aprobar una reforma de las jubilaciones, considerada esencial por los mercados para equilibrar las cuentas públicas, y ningún candidato comprometido con los ajustes se perfila con fuerza para las elecciones de octubre próximo.
El informe publicado este martes estima que la paridad media será este año de 3,35 reales por dólar. La estimación anterior era de 3,27 reales por dólar. En 2017, fue de 3,19.
El dólar llegó en las últimas semanas a negociarse en 3,75 reales, debido a incertidumbres vinculadas, entre otras cosas, a la política monetaria estadounidense.
El martes, se cotizaba a 3,65 reales.
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