España y Francia acordaron el viernes en Madrid reforzar su colaboración para evitar los ataques a ovejas por parte de osos reintroducidos por los franceses en su lado de los Pirineos, y que tienen en alerta a los ganaderos españoles.
Claverina, una de las dos osas eslovenas introducidas a principios de octubre en los Pirineos Atlánticos, habría matado hasta ocho ovejas en Navarra, del lado español, y una en una granja de Larrau, en el País Vasco francés, creando alarma entre los ganaderos.
Claverina y Sorita, de cinco años, son seguidas con collares emisores. A menudo se introducen en territorio español y Claverina llegó a hibernar en las montañas de Aragón.
Representantes de las autoridades de España y Francia, así como de los gobiernos de las regiones españolas de Navarra, Cataluña y Aragón, mantuvieron una reunión "de carácter técnico" tuvo lugar en el ministerio para la Transición Ecológica en Madrid, según un comunicado del ministerio.
Los representantes de las diferentes administraciones se comprometieron a "mejorar la comunicación en materia de gestión del oso pardo", concretamente los datos de los collares emisores y los avisos de avistamientos que los españoles reciben con varias horas de retraso, indicó un portavoz del ministerio.
También quieren reforzar la colaboración entre los parques nacionales y naturales de los dos países.
Se trata de "consolidar la presencia del oso pardo en las distintas vertientes del Pirineo, especialmente en la parte occidental, donde la población -reducida a dos ejemplares macho-, se ha reforzado con la introducción de estas dos hembras", señala el texto.
Según la oficina nacional francesa de la caza y de la Fauna Salvaje (ONCFS), los Pirineos contaban en 2018 con unos cuarenta osos, incluidas Claverina y Sorita. España registra una población de unos 300 osos en la cordillera Cantábrica, que se extiende sobre las regiones del noroeste del país.