28 de agosto
Combate Naval de Antofagasta
En plena campaña naval de la Guerra del Pacífico del año 1879, la reducida flota naval peruana continuaba tenazmente haciendo frente al enemigo en el vasto litoral, logrando diversos daños en los puertos y naves chilenas.
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La guerra naval en la Guerra del Pacífico era llevada a cabo sin tregua ni descanso, prácticamente con un solo buque, el glorioso Huáscar, que debía enfrentar a toda la escuadra chilena y a las fortificaciones y artillería de los puertos enemigos.
Miguel Grau se enteró de que en Antofagasta se encontraban fondeadas las corbetas chilenas Magallanes y Abtao, así como el transporte Limari.
Es así que en Antofagasta apareció el imponente Huáscar el 28 de agosto, después de haber recorrido la víspera los puertos de Blanco Encalada y Cobre, incendiando en los mismos las lanchas y botes que se hallaban fondeados. La intención de Grau era esta vez rastrear el cable submarino de telégrafo, acción que tendría que efectuar a vista y paciencia de la población y de los buques de guerra chilenos anclados en la rada.
A las 13:00, el Huáscar avanzó valerosamente hacia la boca del puerto y el Abtao, oculto detrás de un mercante, rompió sus fuegos. Desde ese momento se trabó un sostenido combate entre el Huáscar y los cañones enemigos.
Durante el Combate Naval de Antofagasta, el monitor peruano, sin haber usado el espolón, había causado serias averías y apreciable número de bajas al Abtao, dañando igualmente a la Magallanes.
