El viacrucis
El viacrucis es una devoción centrada en los misterios dolorosos de Jesucristo, en cuyo camino se medita las estaciones que siguió durante su traslado hacia el monte Calvario, donde murió crucificado.
Lectura .
Son 15 estaciones los que conforman el viacrucis y en cada una, se fija un episodio de la pasión de Jesucristo, Estas estaciones tienen un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio o tomado de la tradición cristiana que propone la meditación de la pasión.
La costumbre de rezar las estaciones de la cruz se dio inicio en Jerusalén, cuando ciertos lugares de la llamada "vía dolorosa" fueron marcados desde los primeros siglos. Hacer ahí el camino de la cruz se transformó en el objetivo de muchos peregrinos desde el mandato de Constantino en Roma en el siglo IV.
Son 15 las estaciones que forman parte del viacrucis:
Primera Estación: Jesús en el huerto de los Olivos
Se recuerda la oración de Jesús en Getsemaní, quizás el momento en que Jesús entró en plena angustia antes de lo que sería su pasión y muerte en la cruz.
Segunda Estación: Jesús, traicionado por Judas, es arrestado
Luego de orar, Jesús partió hacia el encuentro de sus apóstoles, pero los encontró dormidos. En ese momento, apareció Judas y con un beso, entregó al Hijo del Hombre a las autoridades romanas.
Tercera Estación: Jesús es condenado por el Sanedrín
Ya arrestado, Jesús compareció ante Caifás, sumo sacerdote judío y principal líder que conspiró para que condenen a Jesucristo a la muerte en la cruz.
Cuarta Estación: Jesús es negado por Pedro
Previo a la Última Cena, Pedro le había dicho a Jesús que lo iba a defender ante las acusaciones de los judíos. Pero, Cristo se anticipó a su discípulo y le afirmó que éste lo negaría tres veces antes que cante el gallo al amanecer y así fue.
Quinta Estación: Jesús es condenado a muerte por Pilato
Tras comparecer ante los sumos sacerdotes, Jesús fue llevado ante Poncio Pilatos, representante de Roma en Judea. Pese a que no encontró en él pruebas que lo condenen, cedió ante la presión de los sumos sacerdotes y optó por crucificarlo, liberando previamente al ladrón Barrabás. Luego de la condena, el representante romano se lavó las manos, quitándose toda la responsabilidad.
Sexta Estación: Jesús es flagelado y coronado de espinas
Antes de salir hacia el monte Calvario, Pilatos ordenó la flagelación de Jesucristo. Pero, los soldados romanos, en completo gestó de burla, coronaron a Jesús en medio de escupitajos con una corona llena de espinas.
Séptima Estación: Jesús carga la cruz
La cruz representa todos los pecados de la humanidad que Cristo cargó hacia el monte Calvario. Cristo salió al monte Calvario con tremendo peso encima.
Octava Estación: Jesús es ayudado por Simón el Cirineo a llevar la cruz
Jesús yacía muy agotado y sin fuerzas para seguir cargando con pesada cruz. Los soldados, temerosos a que Cristo pierda la vida antes de llegar al monte, decidieron que un tal Simón de Cirene, que venía del campo y pasaba por allí, a que tomara la cruz sobre sus hombros y la llevara detrás de Jesús.
Novena Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
Según san Lucas en su Evangelio, a Jesús, camino del calvario, lo seguía una gran multitud del pueblo; y unas mujeres se dolían y se lamentaban por él, quien les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos".
Décima Estación: Jesús es crucificado
"Y lo crucificaron" es lo que se lee en los cuatro evangelios. Jesús fue fijado en el medio del monte Calvario, siendo clavado de manos y pies en la cruz. Levantaron la cruz en alto y el cuerpo de Cristo quedó entre cielo y tierra, pendiente de los clavos y apoyado en un saliente que había a mitad del palo vertical.
Undécima Estación: Jesús promete su reino al buen ladrón
Jesucristo fue crucificado al lado de dos ladrones. Cuando estaba en agonía, el mal ladrón le recriminó a Jesús por su condición de Hijo de Dios en cambio, el bueno, recriminó lo dicho y defendió al señor, quien le prometió el ingreso el reino de los cielos apenas expiren.
Duodécima Estación: Jesús en cruz, su madre y el discípulo
"Madre he ahí a tu hijo. Hijo, he ahí a tu madre". Con esas palabras, Jesús confió el cuidado de su madre María a su apóstol más querido: Juan.
Decimotercera Estación: Jesús muere en la cruz
Desde la crucifixión hasta la muerte transcurrieron tres largas horas que fueron de mortal agonía para Jesús y de altísimas enseñanzas. Al morir dijo: "Todo está cumplido", e inclinando la cabeza entregó el espíritu.
Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado
Para que los cadáveres no quedaran en la cruz al día siguiente, que era un sábado muy solemne para los judíos, éstos rogaron a Pilatos que les quebraran las piernas y los retiraran; los soldados sólo quebraron las piernas de los otros dos, y a Jesús, que ya había muerto, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza. Al pie de la cruz estaba la madre, que recibió en sus brazos y puso en su regazo maternal el cuerpo sin vida de su hijo.
Decimoquinta Estación: Jesús resucita de entre los muertos
Pasó el sábado, y las mujeres piadosas acudieron al sepulcro, pero encontraron la piedra movida. Entraron en el sepulcro y no hallaron el cuerpo del señor, pero vieron a un ángel que les dijo: "Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí". Pronto comenzaron las apariciones de Jesús resucitado: la primera, sin duda, a su madre; luego, a la Magdalena, a Simón Pedro, a los discípulos de Emaús, al grupo de los apóstoles reunidos, etc.
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