Desde Río de Janeiro (AFP)

La industria de Brasil rechaza aceptar a China como economía de mercado

Brasil mantiene una actitud de perfil bajo ante la inminencia del vencimiento del plazo, este domingo, para que China sea reconocida como economía de mercado, pero buena parte de sus industriales rechazan tajantemente esa perspectiva.

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El presidente de China Xi Jinping (D) saluda al presidente de Brasil Michel Temer durante una reunión en Hangzhou el 2 de septiembre de 2016 - AFP/Pool/AFP/Archivos
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Brasil mantiene una actitud de perfil bajo ante la inminencia del vencimiento del plazo, este domingo, para que China sea reconocida como economía de mercado, pero buena parte de sus industriales rechazan tajantemente esa perspectiva.

"¡China no es una economía de mercado!", afirmó la poderosa Confederación nacional de Industrias (CNI) en una nota enviada a la AFP.

"En China aún hay sectores con precios artificialmente bajos a causa de las intervenciones del estado en la economía", sustentó el director de Desarrollo Industrial de la CNI, Carlos Abijaodi.

Brasil le otorgó en 2004 a China el reconocimiento de economía de mercado, pero fuentes gubernamentales subrayan que se trata de un "reconocimiento político" que no implica cuestiones de defensa comercial.

China es el principal socio comercial de Brasil, las transacciones bilaterales totalizaron 66.300 millones de dólares en 2015, con un excedente de 4.900 millones favorable al país asiático.

En esas circunstancias, es difícil plantarle cara a Pekín.

"Es una situación muy delicada, de orden político, porque China tiene una gran participación en el comercio internacional", dijo Abijoadi a la AFP.

"Algunos sectores no tienen mayores problemas con los productos chinos, por ejemplo el de los componentes electrónicos, que tienen precios compatibles con precios normales. Pero sí hay problemas con otros productos manufacturados, que a veces tienen precios inferiores a los de sus materias primas", destaca el economista.

Según un estudio citado por la CNI en un informe que se apresta a publicar el lunes, el reconocimiento de China como economía de mercado podría provocar en Brasil una "pérdida inmediata de 66.000 empleos directos e indirectos tan solo en el primer año posterior al reconocimiento y pérdidas directas e indirectas de unos 18.000 millones de dólares".

El informe recuerda asimismo que de las 358 medidas antidumping aplicadas por Brasil desde 1988, 106 están dirigidas contra exportaciones chinas. Incluso entre las medidas antidumping actualmente en vigor, más de un tercio conciernen productos "Made in China".

China fue aceptada el 11 de diciembre de 2001 en la Organización Mundial de Comercio (OMC), con un Protocolo de Adhesión que durante 15 años les permitía a sus socios desconsiderar los precios chinos en el cálculo de valores normales de un producto, debido a la fuerte intervención estatal en la denominada "economía socialista de mercado".

Al cabo de esos 15 años, que vencen exactamente el domingo, una parte de esas disposiciones dejan de ser aplicables y cada país discute lo que debe hacer ante un país que se convirtió, de manera meteórica, en la segunda economía mundial y en el mayor exportador del planeta.

Para Pekín las cosas son claras: a partir del lunes 12 sus productos deberían tener el mismo acceso a los mercados que los de cualquier otro país miembro pleno de la OMC.

En Brasil existe una actitud de prudencia, en espera de las decisiones que tomen la Unión Europea y Estados Unidos.

"Es difícil tener una posición muy explícita. Veremos cuál será la reacción de China cuando algun país plantee una medida antidumping en la OMC", comenta Abijaodi.




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