El gobierno brasileño elevó el jueves sustancialmente sus proyecciones de crecimiento económico en 2017 y 2018, haciendo valer un aumento de la confianza y una conjugación de factores positivos después de dos años de recesión.
El gobierno brasileño elevó el jueves sustancialmente sus proyecciones de crecimiento económico en 2017 y 2018, haciendo valer un "aumento de la confianza" y una "conjugación de factores positivos" después de dos años de recesión.
La proyección de aumento del PIB 2017 subió de 0,5% a 1,1% y la de 2018 de 2% a 3%, precisó el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, en una conferencia de prensa en Brasilia.
"Existe un aumento de la confianza muy grande, producto del control fiscal, de la aprobación el año pasado del techo de gastos, de las reformas en general", afirmó.
Los números para 2018 son incluso más optimistas que la media estimada por los analistas (2,62%) consultados por el boletín Focus del Banco Central, pero es una proyección "bastante conservadora, bastante sólida", aseguró Meirelles.
El PIB de la mayor economía latinoamericana creció 0,9% en los primeros nueve meses del año respecto al mismo período de 2016, después de dos años de profunda recesión, en los que se contrajo 3,5%, tanto en 2015 como en 2016.
Tras asumir el poder tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff en 2016, el gobierno conservador de Michel Temer emprendió un severo ajuste fiscal para reordenar las cuentas públicas.
De todas las reformas planteadas por Temer, todavía falta aprobar la del sistema de jubilaciones, la más impopular pero que es considerada clave para completar el plan económico del gobierno.
El despegue económico fue a la par de un control de la inflación y de la consiguiente caída de la tasa básica de interés, que pasó de 14,25% en octubre de 2016 a 7%, su mínimo histórico, este mes.
"El aumento de la confianza llevó a un aumento de la inversión y del consumo", se congratuló Meirelles.
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