La policía de París disparó gas lacrimógeno el viernes para dispersar a los manifestantes por el clima que intentaban impedir que se celebrara la asamblea general anual del gigante petrolero francés TotalEnergies.
La policía de París disparó gas lacrimógeno el viernes para dispersar a los manifestantes por el clima que intentaban impedir que se celebrara la asamblea general anual del gigante petrolero francés TotalEnergies.
Tras dar tres advertencias por los altavoces, los policías lanzaron el gas contra un grupo de activistas que logró penetrar a la calle frente al lugar donde tendrá lugar la reunión, en un exclusivo barrio parisino, para impedir la entrada de los participantes.
"Lo que queremos es derrocar a Total" y "un, dos y tres grados, es a Total que debemos agradecer", corearon los activistas, en una referencia al aumento de las temperaturas por el uso de combustibles fósiles.
La reunión se realiza al final de una temporada de asambleas generales tormentosas, en las que se han recrudecido las protestas contra grandes empresas, incluyendo las petroleras Shell y BP, así como el banco Barclays, acusado de financiar la expansión de proyectos de gas y petróleo.
Las asambleas se realizan en un contexto de impresionantes beneficios: juntas, BP, Shell, ExxonMobil, Chevron y TotalEnergies obtuvieron utilidades de más de 40.000 millones de dólares en el primer trimestre de este año, tras un muy buen año 2022.
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