Desde Varsovia (AFP)

Polonia se ahoga por el esmog, causado por la quema de carbón

La espesa capa de esmog que cubre las ciudades de Polonia este invierno es uno de los síntomas más visibles del extendido uso del carbón en este país europeo, un hábito perjudicial que obliga a muchos a quedarse en casa o a usar mascarillas en la calle.

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La capital de Polonia, Varsovia, el 9 de enero de 2017, cubierta de una capa de esmog - AFP/AFP/Archivos
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La espesa capa de esmog que cubre las ciudades de Polonia este invierno es uno de los síntomas más visibles del extendido uso del carbón en este país europeo, un hábito perjudicial que obliga a muchos a quedarse en casa o a usar mascarillas en la calle.

La profesora Anna Doboszynska, especialista en enfermedades pulmonares, advierte del riesgo para la salud que plantea este fenómeno.

"En época de esmog, mucha gente con enfermedades circulatorias y respiratorias muere", explicó a AFP, tras auscultar a un paciente con asma que respiraba con dificultad por el pico de contaminación en Varsovia.

"Los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos están más expuestos a los riesgos del esmog, que daña las vías respiratorias como lo hace el tabaco en muchos aspectos", indicó.

Un hospital de Varsovia registró un aumento de pacientes del 50% durante la ola de frío en enero, cuando el esmog se asentó en la ciudad por la falta de viento.

Las mascarillas se agotaron en toda Polonia esta semana y la ciudad de Varsovia las repartió entre sus policías.

Un estudio que publicó el año pasado la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) responsabiliza a la contaminación del aire, causada en gran parte por la quema de carbón, de las cerca de 50.000 muertes prematuras que se producen cada año en el país, de 38 millones de personas.

El 70% de los polacos quema carbón de mala calidad o basura en viejas estufas domésticas, mientras que unas anticuadas plantas de quema de carbón producen casi toda la electricidad de Polonia, un país con uno de los aires más sucios de la Unión Europea.

La página AirVisuals suele incluir a Varsovia, Katowice y Cracovia en su lista de ciudades más contaminadas, junto a Pekín o Nueva Delhi.

- "Inacción del gobierno" -

Karolina, una madre de tres niños residente en Varsovia, afirmó que las mascarillas y las aplicaciones móviles para comprobar el nivel de esmog forman ya parte de la rutina diaria de su familia.

"Mi hijo tuvo neumonía dos veces en los últimos diez meses y mi hija estuvo enferma todo octubre y noviembre, pero, por supuesto, nadie achacó esto al esmog, pese a que vivimos en una zona de Varsovia donde hay contaminación atmosférica crónica", dijo a AFP.

"Lo que más miedo me da es la falta total de información y la inacción del gobierno", denunció.

Las autoridades polacas solo avisan cuando el nivel de contaminación es seis veces el permitido por la UE, según Piotr Siergiej, un activista de la organización Alarm Smogwy.

"En París, las autoridades dan la alerta por esmog y actúan cuando la contaminación supera los 80 microgramos por metro cúbico al día", apuntó. "En Polonia, el nivel de alerta es de 300 microgramos".

El ministro polaco de Medio Ambiente rechazó recientemente una petición de su grupo para que las alertas por esmog se activen cuando el nivel de contaminación duplique la norma de la UE.

Aún así, el gobierno conservador del partido Ley y Justicia (PiS) prometió que prohibirá el carbón de baja calidad y limitará las ventas de calderas domésticas contaminantes en los próximos tres meses.

- ¿Energías renovables? -

Un informe publicado el mes pasado por la Agencia internacional de Energía (AIE) señalaba que la contaminación atmosférica es "uno de los mayores riesgos medioambientales para la salud" que tienen que enfrentar los polacos.

También instaba a Varsovia a revisar su dependencia del carbón y a promover el desarrollo de las energías limpias.

Según esta agencia, el carbón produjo el 81% de la electricidad de Polonia mientras que el sector minero de carbón, uno de los mayores de Europa, empleó a más de 100.000 personas.

El Ejecutivo de Beata Szydlo ha recalcado que el carbón doméstico es clave para garantizar la seguridad energética de Polonia.

Su administración también impuso fuertes regulaciones a la instalación de aerogeneradores, bloqueando la competencia en el sector de las energías renovables, que en 2014 cubría alrededor del 10% de las necesidades energéticas del país.




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