La epidemia del cólera, que castiga a Yemen desde finales de abril, ha causado 242 muertos y 23.425 posibles casos en este país en guerra, indicó el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme llegar a los 250.000 casos en los próximos seis meses.
La epidemia del cólera, que castiga a Yemen desde finales de abril, ha causado 242 muertos y 23.425 posibles casos en este país en guerra, indicó el viernes la Organización Mundial de la salud (OMS), que teme llegar a los 250.000 casos en los próximos seis meses.
El jueves se observaron 3.460 nuevos posibles casos y se asignaron otras 20 muertes al cólera, en un país donde cerca de dos tercios de la población pasa hambre, según la ONU.
"La velocidad del recrudecimiento de esta epidemia de cólera no tiene precedentes", declaró por teléfono a los medios de comunicación en Ginebra, el representante de la OMS en Yemen, Nevio Zagaria.
El cólera es una infección intestinal aguda, generada por la ingesta de agua o alimentos contaminados por el bacilo 'Vibrio cholerae'.
Cuando alguien manifiesta síntomas, estos suelen ser de benignos a moderados en la mayoría de los casos. Sin embargo, una minoría desarrolla una diarrea acuosa aguda, acompañada de una deshidratación severa. Sin medicación, esta última puede ser rápidamente mortal, según la OMS.
La epidemia se extiende por este país, donde las instalaciones hospitalarias y las condiciones de higiene se han deteriorado por la guerra entre rebeldes chiitas hutíes y las fuerzas leales, apoyadas desde marzo de 2015 por la coalición árabe dirigida por Arabia Saudita.
La guerra ha provocado una grave crisis humanitaria en Yemen. Cerca de 19 millones de habitantes, es decir alrededor de dos tercios de la población, necesitan urgentemente ayuda humanitaria.
Según la OMS, los combates han causado más de 8.000 muertos, en su mayoría civiles y más de 44.500 heridos desde marzo de 2015.
Zagaria explicó que las agencias de la ONU se están preparando para lanzar "un plan de urgencia contra el cólera" en Yemen en las próximas 48 horas, con la intención de multiplicar el número de centros de tratamiento y rehidratación.
Además, lamentó la falta de fondos recibidos para ayudar a las autoridades de Yemen a reparar las infraestructuras.
"La velocidad (de propagación) de la enfermedad es demasiado elevada y necesitan un apoyo sustancial para reparar la red de alcantarillado" e intentar purificar el sistema sanitario, explicó.
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