Los representantes y el mercado, un 'Far West' camino de la regulación
El mercado de fichajes que se abre el viernes en Europa será uno de los últimos sin regulación general de los agentes de fútbol, cuya opaca remuneración y abusos obligan a la FIFA a tomar cartas en el asunto.
El mercado de fichajes que se abre el viernes en Europa será uno de los últimos sin regulación general de los agentes de fútbol, cuya opaca remuneración y abusos obligan a la FIFA a tomar cartas en el asunto.
- ¿Para qué sirven los agentes? -
Impulsados por la liberalización del mercado de fichajes desde 1995, estos intermediarios están involucrados en el 20% de las transacciones internacionales de jugadores y se han repartido cerca de 500 millones de dólares (407 millones de euros) de comisiones este año, según la FIFA.
Hasta la crisis sanitaria, este pastel no había dejado de crecer, con una duplicación entre 2015 y 2019 de las comisiones identificadas por la FIFA, mientras que los mecanismos de solidaridad y las indemnizaciones a los clubes formadores se estancaban.
Los agentes pueden ser contratados por el jugador -esquema clásico en otros deportes- pero también por el club vendedor, el club comprador o los tres a la vez, una mezcla de géneros ejemplificada por el agente italo-neerlandés Mino Raiola en el fichaje de Paul Pogba de la Juventus al Manchester United en 2016, triple comisión de 49 millones de euros (60 millones de dólares) como resultado.
Desde que la FIFA canceló en 2015 la licencia de agente, solo algunas federaciones controlan todavía sus competencias y su actividad.
Esta falta de regulación ha creado "una situación de 'Far West' en la parte inferior de la escalera", con una feroz competencia entre intermediarios, "y un alto nivel de concentración en los segmentos más lucrativos", controlados por un puñado de agentes estrella, describía en 2018 el Centro internacional de Estudio del deporte (CIES) de Neuchâtel, Suiza.
- ¿De qué se les culpa? -
En el fondo de las críticas está su remuneración, que reciben principalmente del monto de los traspasos más que del salario de los jugadores, animándolos a cambiar de club.
"Los agentes ejercen un presión excesiva y a menudo negativa sobre los jugadores, en particular los menores. La falta de competencia, la codicia y los malos consejos comprometen la carrera de muchos talentos", lamentó el CIES.
Además, sus comisiones no están limitadas y los clubes pueden hacerse cargo de ellas, permitiendo a los grandes clubes europeos bloquear el acceso a las estrellas del fútbol pagando generosamente a sus agentes.
Finalmente, tanto el CIES como la FIFA señalan una serie de infracciones penales permitidas por la opacidad de los flujos financieros relacionados con los traspasos: corrupción de dirigentes deportivos a través de retrocomisiones, blanqueo de dinero y fraude fiscal masivo, sacadas a la luz gracias a las revelaciones de 'Football Leaks' y a las investigaciones abiertas al portugués Jorge Mendes, el agente de Cristiano Ronaldo.
- ¿Qué prepara la FIFA? -
El organismo internacional del fútbol espera completar de aquí a mediados de 2021 un proyecto iniciado en 2018 y recrear una licencia de agente, con examen inicial, prohibiendo el acceso a cualquier candidato condenado previamente por corrupción, fraude fiscal, blanqueo o abusos sexuales.
La FIFA pretende además prohibir la "triple representación" jugador-club vendedor-club comprador, y hacer pasar las transacciones por una "cámara de compensación".
Por encima de todo quiere limitar las comisiones al 6% del importe total del salario recibido por el jugador o al 10% de la tarifa de traspaso.
Este último punto promete una batalla ante la justicia europea con el Foro de Agentes de Fútbol (FAF) que preside Raiola, sobre la base de la libre competencia.
"¿Cómo es posible poner un límite al talento? Sería como poner un límite por los precios de los cuadros de Leonardo Da Vinci o Rembrandt", lamentaba el 8 de diciembre el poderoso agente en el diario italiano Tuttosport.
- ¿Es suficiente? -
Para el abogado suizo Philippe Renz, que lucha desde 2017 contra la FIFA, "la reforma es una nube de humo" si no elimina la "doble representación" club-jugador, como por ejemplo hizo la Federación Belga en verano de 2020.
La FIFA, todavía en fase de consultas, no ha seguido además las recomendaciones del CIES, que quería indexar sistemáticamente las comisiones de los agentes sobre los salarios y no sobre las tarifas de traspasos, para luchar mejor "contra la hiperespeculación sobre la movilidad de los jugadores, la inestabilidad contractual" y algunas farsas como la "propiedad de terceros" de los jugadores.
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