Desde Dunmurry (Reino Unido) (AFP)

El Brexit trae ventajas y dolores de cabeza a las empresas norirlandesas

Gracias al estatus especial aplicado a raíz del Brexit, la región británica de Irlanda del Norte recibió una oportunidad que muchas zonas recibirían con los brazos abiertos, considera Declan Gormley, directivo de la fábrica de ventilación Brookvent, ubicada cerca de Belfast.

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Un camión llega al puerto de Larne, en Antrim, Irlanda del Norte, el 29 de noviembre de 2021 - AFP/AFP
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Gracias al estatus especial aplicado a raíz del Brexit, la región británica de "Irlanda del Norte recibió una oportunidad que muchas zonas recibirían con los brazos abiertos", considera Declan Gormley, directivo de la fábrica de ventilación Brookvent, ubicada cerca de Belfast.

Como muchos empresarios norirlandeses, se congratula por esta situación, única en el Reino Unido, que le permite tener un pie en el enorme mercado europeo, aunque convierte el comercio con el resto del país en un dolor de cabeza.

"Tenemos acceso a un mercado de más de 500 millones de personas" mientras que "desde el Brexit, muchos de mis competidores en el Reino Unido se limitan a un mercado de 70 millones", explica Gormley.

En su fábrica, pilas de imponentes cubos negros y verdes llevan la característica etiqueta energética de la UE: son sistemas de ventilación destinados a Polonia, el mayor mercado de esta empresa.

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Una empleada de de la fábrica de ventilación Brookvent en Dunmurry, a las afueras de Belfast, trabaja en unas unidades de aire acondicionado el 29 de noviembre de 2021 (AFP/AFP)

El denominado "protocolo de Irlanda del Norte", diseñado para evitar reimponer una frontera física en la isla de Irlanda tras el Brexit y preservar así el Acuerdo de Paz de 1998, mantiene de hecho a la región británica en la unión aduanera y el mercado único europeos.

Esto indigna a los unionistas apagados a su pertenencia a la corona británica, pero tiene la ventaja de permitir a las empresas norirlandesas exportar sin entrabas a la UE.

En el sector manufacturero de Irlanda del Norte, más del 80% de las empresas están a favor del protocolo, afirma Stephen Kelly, director de Manufacturing NI, la organización que representa al sector.

- 120 formularios -

Las empresas que critican el protocolo suelen ser "empresas que importan productos de Gran Bretaña para comercializarlos íntegramente en Irlanda del Norte o, lo que es peor, procesarlos y enviarlos de vuelta a Gran Bretaña", explica.

Y es que el acceso al mercado europeo tiene un precio: deben realizarse controles aduaneros entre la isla de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, aunque algunos productos, sobre todo los alimentarios y médicos, se benefician actualmente de períodos de gracia.

Cerca del gran puerto de Larne hay pancartas que dicen "No a una barrera en el mar de Irlanda" y "Unión Europea, manos fuera".

Para muchos empresarios locales, el comercio con el resto del Reino Unido se ha convertido en un reto.

Robin Mercer, propietario de la cadena de centros de jardinería Hillmount Garden Centre, afirma que ahora tiene que hacer malabarismos con 120 formularios diferentes para conseguir rosas y plantas de patatas desde Gran Bretaña.

"Afortunadamente, tenemos buenos proveedores que siguen trabajando con nosotros", dice. Pero otros han tirado la toalla, "es demasiado papeleo".

Desde el Brexit, es más probable que las plantas que llenan sus estanterías provengan de la vecina República de Irlanda que de Gran Bretaña. Y señala detrás de él una mesa de rododendros en maceta: "estos son de Bélgica".

Le gustaría que "el protocolo desapareciera", pero mientras Londres exige que Bruselas lo renegocie a fondo, él pide sobre todo una simplificación de los procedimientos.

- Encontrar mano de obra -

A unos 40 km, en las instalaciones frigoríficas de Derry Transport, un ballet de carretillas elevadoras está en plena evolución, cargando metódicamente 2.000 palés de productos alimentarios en camiones con destino a centros de distribución de la isla de Irlanda.

La empresa ha visto aumentar sus envíos en un tercio desde la entrada en vigor del protocolo, gracias a la mayor demanda de los supermercados de la región.

"Durante años, los supermercados traían frutas, verduras y otros productos" del resto del Reino Unido, "pero de repente se dieron cuenta de las ventajas de contar con una cadena de suministro local", afirma Fiona Derry, codirectora general de Derry.

Su principal problema ahora es encontrar mano de obra, porque el Brexit está dificultando la contratación de trabajadores originarios de la UE.

La recuperación en Irlanda del Norte es más fuerte que en otras partes del Reino Unido, según cifras publicadas en noviembre.

En opinión de Kelly los compradores europeos "se han alejado de Inglaterra, Escocia y Gales para venir a Irlanda del Norte, lo cual es muy positivo para nosotros".

Pero no hay peligro de cortar los lazos con el resto del Reino Unido, asegura. "Tenemos la misma moneda, la misma cadena de suministro, el mismo sistema legal, el mismo idioma", es un "mercado increíblemente importante para nosotros".




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