Desde Los Angeles (AFP)

Comercios de California reabren con cautela aún en pandemia

Zohrab Mahdessian abrió de vuelta este viernes su floristería en Los Ángeles tras siete semanas de cierre por el coronavirus.

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Zohrab Mahdessian trabaja en los pedidos para el día de la madre, el festivo más movido después de San Valentín - AFP/AFP
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Zohrab Mahdessian abrió de vuelta este viernes su floristería en Los Ángeles tras siete semanas de cierre por el coronavirus.

Las autoridades de California decidieron flexibilizar el confinamiento impuesto por la pandemia, permitiendo que algunos comercios, como librerías, tiendas de música y moda además de las floristerías, retomen sus operaciones.

Y para Mahdessian el momento no podía ser más oportuno: el domingo es el día de la madre en Estados Unidos y no dejan de llegar pedidos.

"Es bueno que pase en el día de la madre, así puedo recuperar parte de las pérdidas que tuve", dijo a la AFP este armenio de 58 años, de los cuales ha dedicado 20 a su floristería Jasmine's Garden en el barrio de Los Feliz.

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Zohrab Mahdessian acudió al mercado mayorista para comprar suministros para reabrir su tienda en Los Ángeles (AFP/AFP)

"Pero me preocupa el después", añadió. "No sé cómo serán las cosas porque el virus permanece y no creo que el negocio esté como antes. Esperemos que mejore con el tiempo".

A las cinco de la mañana estaba en una fila de autos en el mercado mayorista de flores, que también abrió este viernes, para abastecerse con todo lo que necesitaba. Su proveedor de confianza le había alertado dos horas antes que llegara temprano para obtener un buen producto.

Compró rosas, orquídeas, suculentas, girasoles... Hace nada había tenido que echar a la basura 1.500 dólares en plantas cuando cayó la orden de cierre de los negocios "no esenciales" por el virus.

El mercado era una locura: multitud de gente de un lado a otro, algunos con cajas de rosas en la cabeza, otros empujando carritos abarrotados, un griterío y alboroto muy parecido a los viejos tiempos.

"Vemos las máscaras pero no hay distanciamiento social... eso da un poco de miedo", indicó Mahdessian. "Es que todo el mundo necesita flores, este caos se entiende, la gente necesita reponerse de estas siete semanas que perdió", justificó luego.

En esta primera fase de reapertura, los clientes no pueden entrar y pasear por las tiendas: es solo ir a recoger sus pedidos en la acera.

Los concesionarios de autos también pueden abrir bajo estrictas medidas de distanciamiento social en las salas de exhibición.

Elisa Cohen, una editora de cine que compró un ramo de rosas en Jasmine's Garden, dijo que no estaba muy contenta con la decisión de reabrir.

"Me preocupa que tengamos nuevos brotes", indicó. "No creo que vaya a ningún comercio, vine aquí porque lo conozco".

- "Pocas flores" -

California reporta más de 2.250 muertes por COVID-19, 60% de ellas en el condado de Los Ángeles, donde muy pocas tiendas decidieron reanudar sus operaciones.

En la librería Skylight, a pocas cuadras de la floristería, un papel en la puerta decía: "nuestra tienda no estará abierta físicamente. Requiere mucho esfuerzo echar a andar esta máquina y que funcione sin problema".

En Hollywood las tiendas de souvenirs permanecieron cerradas con solo un puñado de turistas a las afueras del Hard Rock Cafe, que puso una mesa en la acera para vender mercancía.

Algunas tiendas en Venice Beach se preparaban para reabrir, a diferencia de la vecina santa Mónica, cuyo bulevar comercial Promenade estaba desierto, con carteles similares en las puertas de las tiendas prometiendo "reapertura pronto".

"No me sorprende que no abran tan rápido", dijo Maggy, una sexagenaria que pasaba por ahí con unos gigantescos lentes de sol. "A menos que sea algo muy específico o de una tienda muy específica, más fácil y seguro es pedir por internet y recibirlo en la puerta de tu casa".

California, la quinta economía del mundo, ha sido golpeada duramente por la pandemia que ha disparado el desempleo y provocará pérdidas por cientos de miles de millones de dólares.

Mientras Mahdessian organiza las flores en la tienda y adelanta pedidos, el teléfono no para de sonar.

Tiene unos 70 pedidos, menos que los 150 que normalmente recibe para este festivo, que después del día de San Valentín es el más movido del año.

Pedro aún no sabe si podrá superar esta crisis sin precedentes.

"Veremos después de este fin de semana", señaló. "Si el negocio continúa, permaneceré abierto, pero si hago la mitad o un cuarto de mi facturación, tendré que considerar otras opciones" como cerrar.




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