Desde Fráncfort (AFP)

Audi tendrá que pagar 800 millones de euros de multa en Alemania por los motores trucados

El fabricante de automóviles Audi, filial de Volkswagen Group, tendrá que pagar una multa de 800 millones de euros por el caso de los motores diésel trucados, un nuevo revés para el grupo alemán que ya tiene varios procesos judiciales en curso.

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Unos vehículos de la marca Audi en Ingolstadt, Alemania, el 9 de mayo de 2018 - AFP/AFP/Archivos
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El fabricante de automóviles Audi, filial de Volkswagen Group, tendrá que pagar una multa de 800 millones de euros por el caso de los motores diésel trucados, un nuevo revés para el grupo alemán que ya tiene varios procesos judiciales en curso.

"Audi aceptó la multa", indicó un comunicado. Desde 2015 el caso, que afecta a varios fabricantes alemanes, está provocando el declive de los automóviles diésel.

Hasta ahora, el "dieselgate" ha costado a Volkswagen Group más de 27.000 millones de euros en llamadas a revisión de vehículos y proceso judiciales. Esta cantidad incluye una multa de mil millones impuesta en junio por la fiscalía de Brunswick y que ya fue contabilizada en el resultado del segundo trimestre.

La fiscalía de Múnich indicó por su parte haber "puesto en evidencia incumplimientos en la supervisión" dentro de Audi "en relación con la homologación de coches diésel, que no respetan la reglamentación".

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Motor de un Audi A3 TDI de 2010 a prueba en Washington en 2015 (AFP/AFP/Archivos)

Varias fiscalías alemanas abrieron investigaciones por fraude, manipulación de cotizaciones de bolsa y publicidad engañosa, entre otros, contra empleados de Volkswagen pero también de marcas como Audi y Porsche, así como Daimler, el fabricante de equipamiento Bosch u Opel, filial del francés PSA (Peugeot-Citroen).

La justicia alemana sospecha que los ingenieros de Audi contribuyeron a elaborar los programas informáticos fraudulentos.

La investigación de la fiscalía de Brunswick, competente en la región de Wolfsburgo, donde Volkswagen tiene su sede, incluye a 40 personas.

En junio, la justicia alemana puso en detención provisional al director de Audi, Rupert Stadler, la primera encarcelación de un alto responsable de esta investigación.

La multa de este martes no tendrá sin embargo "ningún impacto" en los procesos individuales en curso, en particular contra Stadler, dijo la fiscalía.

El ex consejero delegado de Volkswagen Martin Winterkorn también está siendo investigado, igual que su sucesor, Matthias Müller, el actual director del grupo, Herbert Diess, y el presidente del consejo de supervisión, Hans Dieter Pötsch.

En Estados Unidos, donde Volkswagen se declaró culpable de obstrucción a la justicia, ocho antiguos y actuales dirigentes de Volkswagen, entre ellos Winterkorn, y un directivo de Audi fueron inculpados.

Entre esas nueve personas, dos ingenieros ya fueron condenados.

La multa a Audi pone fin a dos de los tres procesos judiciales en curso que reclamaban multas. Pero sigue abierto otro contra Porsche.

Además Volkswagen Group se enfrenta a un gran juicio impulsado por sus accionistas que piden 9.000 millones de euros en indemnizaciones.

Los accionistas creen que el grupo debería haber informado antes a los mercados financieros de la manipulación y evitar así importantes pérdidas a los inversores.

En mayo, el gobierno alemán también abrió la puerta a nuevos proceso colectivos de clientes y un grupo de asociaciones de consumidores ya anunció una denuncia agrupada en noviembre.

Sin embargo, en el segundo trimestre, el beneficio neto de Volkswagen aumentó un 6,8% anual, hasta 3.310 millones de euros, gracias al aumento de la facturación y a pesar del coste del "dieselgate".

En 2017, con 11.350 millones de euros, el beneficio neto se duplicó en relación a los 5.400 millones de euros de de 2016.

El caso de los motores diésel trucados salió a la luz en septiembre de 2015, cuando la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) estadounidense denunció a Volkswagen.

La EPA acusaba a la marca de haber instalado en 11 millones de sus vehículos diésel ?600.000 de ellos vendidos en Estados Unidos? un programa informático capaz de manipular los resultados de las pruebas de contaminación y esconder las emisiones reales, hasta 40 veces superiores a las permitidas.




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