5 consejos para asegurarte de que un inmueble esté en buen estado antes de comprarlo
La falta de un plan de mantenimiento adecuado puede llevar a una disminución del valor de una propiedad en el mercado
8 de septiembre de 2023 » Archivo
¿Estás considerando la posibilidad de comprar una propiedad? Lo primero que debes hacer es identificar tus necesidades y tener en cuenta ciertos factores relacionados con la humedad y la corrosión, dependiendo de la ubicación geográfica y la antigüedad del inmueble. Si no se ha realizado un mantenimiento adecuado, esto podría disminuir el valor de mercado de la propiedad.
Por lo tanto, es esencial tener en cuenta las siguientes recomendaciones de Jesús Bustios, Gerente de Servicios Especializados de Tgestiona, al adquirir una propiedad:
Evaluar el estado de las instalaciones de plomería y electricidad: Esto aumentará la seguridad y la confiabilidad de las instalaciones, lo cual es fundamental para mantener la funcionalidad de la propiedad.
Comprobar el estado general de la pintura y la impermeabilización de las áreas cubiertas: Esto ayudará a prevenir daños como grietas en fachadas, techos, paredes y humedad en el interior.
Inspeccionar las estructuras metálicas en busca de corrosión: Esto permitirá anticiparse a problemas relacionados con el deterioro de la propiedad debido a condiciones climáticas adversas.
Verificar el estado de pisos, paredes y azulejos: Esto ayudará a detectar y abordar problemas o deterioros antes de que afecten la vida útil de la propiedad.
Asegurarse de que haya un plan de mantenimiento y verificar su cumplimiento: El mantenimiento preventivo es esencial para prolongar la vida útil de la propiedad y preservar su valor.
Registrar los gastos de reparaciones realizadas en los últimos años: Esto proporcionará una visión clara de los trabajos de mantenimiento realizados a lo largo del tiempo y su relación con la antigüedad de la propiedad.
Jesús Bustios, Gerente de Servicios Especializados de Tgestiona, destaca que "el mantenimiento preventivo en una propiedad no solo prolonga su vida útil y preserva su valor, sino que también evita costosos gastos de reparación, mejorando la seguridad y la confiabilidad de las instalaciones para mantener su funcionamiento adecuado".
La planificación del mantenimiento preventivo debe dividirse en tres fases: la primera, a corto plazo, implica la ejecución inmediata ante la detección de averías o deterioro. A mediano plazo, se deben seguir las recomendaciones de los fabricantes o normativas para la conservación de la propiedad. Por último, a largo plazo, se considera una reforma integral que puede incluir mejoras en aislamiento térmico, actualización del cableado y dispositivos eléctricos, mejoras en la infraestructura y adaptación a las últimas tecnologías para ofrecer mayor comodidad y experiencia a los usuarios.
