¿Podría la Carboxiterapia reemplazar a la Toxina Botulínica?

Carboxiterapia es una técnica médica que utiliza el dióxido de carbono para los tratamientos médicos y estéticos. Este concepto nos queda claro desde hace mucho tiempo. Para todos los que ya conocen la técnica, ahora surge una nueva interrogante: ¿reemplazará a la toxina botulínica?

Anterior Siguiente
Calendario en Google News
botox

En la actualidad con los avances en medicina y el control de las enfermedades se está logrando prolongar la expectativa de vida de la población, pero a la vez, estas personas más longevas buscan también una apariencia más juvenil.  Si bien es cierto nada puede detener el tiempo, también es cierto que ahora tenemos recursos no solo para sentirnos más jóvenes sino también para aparentarlo.

Entre las tantas alternativas de tratamientos conocidos como “anti edad” surgió inicialmente la toxina botulínica que ofrece atenuar las líneas del rostro dejadas por el paso de los años, pero además ahora una técnica del siglo pasado, cuyo fin inicial era los problemas circulatorios, está tomando fuerza por las propiedades benéficas a nivel de piel. En nuestra opinión ambas son válidas, no obstante evaluaremos breve y objetivamente a cada una.

El efecto de la toxina botulínica en atenuar las líneas de expresión tiene un mecanismo de acción diferente a Carboxiterapia, actúa a nivel muscular. La toxina botulínica es una sustancia obtenida de un microorganismo y sirve para producir una parálisis transitoria de ciertos grupos musculares, relajando la mímica y logrando atenuar las líneas de expresión1.  Los efectos luego de aplicar la toxina se aprecian a la semana de la aplicación y suelen durar de 3 a 6 meses (en algunas personas un poco más). Riesgos: mínimos si la técnica es adecuadamente realizada por un médico especializado. Ventaja: efecto rápido con un mantenimiento de 2 a 4 sesiones por año. Desventaja: nuestro cuerpo suele formar anticuerpos contra la toxina, los mismos que suelen destruirla cada vez más rápido por lo que se hacen necesarias más sesiones al año, y a veces, se llega a un estado refractario al tratamiento. Además la toxina botulínica solo actúa a nivel muscular, no mejora la piel.

Carboxiterapia por su parte tiene efecto a nivel de los vasos más pequeños de la piel, logrando activar la microcirculación sanguínea y linfática(2, 3,), lo que conlleva a mayor disponibilidad de agua, oxígeno y nutrientes para la piel y a mayor movilización y descarte de los desechos, lográndose una piel tersa. Además Carboxiterapia estimula la formación y reorganización de fibras colágenas y elásticas que otorga tonicidad y turgencia a la piel4.  Con estas propiedades se logra una piel fresca, renovada y se atenúan las líneas de expresión. Riesgos: mínimos si la técnica es adecuadamente realizada por un médico especializado. Ventaja: mejora la microcirculación de la piel, lográndose una piel saludable y con aspecto más joven y luminoso. No hay formación de anticuerpos ni alergias. Desventajas: se requieren varias sesiones una cada 21 a 28 días de 6 a 8 sesiones (o más según los requerimientos de cada caso) y mantenimiento permanente cada 3 meses para mantener el aspecto juvenil de la piel.  No tiene efecto a nivel muscular.

Ambas técnicas son buenas y válidas siempre que sean bien utilizadas y aplicadas por profesionales médicos expertos.  Sentirse bien es bueno, sentirse bien y verse bien está mejor, pero sentirse bien, verse bien y estar realmente bien es lo ideal.



Referencias bibliográficas: 1. Carruthers A. and Carruthers J. Clinical Indications and Injection techniques for The Cosmetic Use of Botulinum A Exotoxin Dermatol Surg 1998; 24: 1189-1194 2. Schinezer W et al. The effects of external CO2 application on human skin microcirculation investigated by laser Doppler Flometry Int J Miecrocirc: Clin Exp 1985; 4: 343-350 3. Ito et al.  Topical Application of CO2 Increases Skin Blood Flow J Invest Dermatol 1989; 93: 259-262 4. Tavares et al. Increase in Collagen Turnover Induced by Intradermal Injection of Carbon Dioxide in Rats Journal of Drugs in Dermatology 2008; 7(3): 201-206

Autor del artículo
Dra. Martha Paola Arellano
Médico Endocrinóloga
CMP 36247 / 24251
Teléfono
992 157 215
Centro de trabajo
ARSACIS SAC
Web
www.carboxiterapia.com.pe


Este sitio usa imágenes de Depositphotos