Desde Daca (AFP)

Veinte millones de pobres siguen bebiendo agua contaminada en Bangladés

Veinte millones de pobres de Bangladés siguen bebiendo agua contaminada con arsénico dos décadas después de que se descubriera su presencia, indica la ONG Human Rights Watch (HRW) en un nuevo informe publicado este miércoles.

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Una bangaldesí recoge agua contaminada en el río Buriganga en Daca el 19 de marzo de 2015 - AFP/AFP/Archivos
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Veinte millones de pobres de Bangladés siguen bebiendo agua contaminada con arsénico dos décadas después de que se descubriera su presencia, indica la ONG Human Rights Watch (HRW) en un nuevo informe publicado este miércoles.

Según este informe, Bangladés ha sido incapaz de tomar las medidas necesarias para eliminar esta contaminación que mata a cerca de 43.000 personas cada año en el país, en su mayoría en las zonas rurales pobres.

La contaminación empezó en los años 1970, cuando el gobierno perforó millones de pozos de poca profundidad para proporcionar agua a los habitantes de estas comunidades rurales sin tener en cuenta que los suelos estaban contaminados con arsénico en su estado natural.

"Bangladés no está tomando las medidas básicas y evidentes para sacar el arsénico del agua potable de millones de pobres en zonas rurales", dijo a la AFP el investigador de HRW Richard Pearshouse. "Las razones de la persistencia de esta inmensa tragedia se deben a un mal Gobierno", criticó el investigador.

Tras descubrir el arsénico, se perforaron pozos de mayor profundidad para extraer el agua de suelos no contaminados.

Pero estas operaciones no fueron correctamente controladas por el gobierno y los políticos prefirieron instalar nuevos pozos en sus zonas electorales más que en las zonas contaminadas, según HRW. "Esto significa que la situación es casi tan mala como hace 15 años", lamentó Pearshouse.

La Organización Mundial de la salud (OMS) consideró en el año 2000 que la contaminación del agua en Bangladés era "el caso de envenenamiento masivo de población más importante de la historia".

La exposición crónica al arsénico puede provocar cánceres de hígado, vejiga y piel, así como diabetes y enfermedades del corazón. HRW recuerda que muchos bangladesíes no tienen acceso a cuidados médicos y que podrían morir sin la intervención del Gobierno. Según los médicos, el agua contaminada con arsénico también puede provocar abortos, recién nacidos con bajo peso y retraso en el desarrollo cognitivo de los niños.

"Es un veneno lento. Estás aquejado por enfermedades que amenazan tu vida sin saberlo", dice Tariqul Islam, investigador en la Universidad de Chicago, que ha trabajado con miles de personas afectadas.

El gobierno de Bangladés asegura, por su parte, que ha construido 210.000 pozos profundos para extraer agua pura desde hace 12 años. Y también insiste en que ha analizado el agua de millones de pozos superficiales.

El gobierno no había reaccionado a este nuevo informe este miércoles por la mañana, pero un alto responsable, que requirió el anonimato, confirmó que los parlamentarios habían decidido la mitad de las veces de forma individual la implantación de los nuevos pozos. "Es una política aplicada por el Gobierno. Los parlamentarios tiene la posibilidad de ejercer mal su poder e instalar estos pozos en beneficio de sus partidarios, más que en las zonas contaminadas con arsénico", confirmó.




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