Desde Suva (Fiyi) (AFP)

Vanuatu declara el estado de emergencia tras Pam y sigue evaluando daños

Devastado por el paso del ciclón Pam, el archipiélago de Vanuatu declaró este domingo el estado de emergencia, y empezaba a recibir ayuda internacional para hacer frente a uno de los mayores desastres naturales ocurridos en la región del Pacífico Sur.

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Imagen distribuida el 15 de marzo de 2015 por CARE Australia, que la tomó el día antes, y que muestra a un hombre corriendo ante las altas olas provocadas por el paso del ciclón Pam por la capital de Vanuatu, Port Vila - AFP/CARE/AFP
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Devastado por el paso del ciclón Pam, el archipiélago de Vanuatu declaró este domingo el estado de emergencia, y empezaba a recibir ayuda internacional para hacer frente a uno de los mayores desastres naturales ocurridos en la región del Pacífico Sur.

El balance oficial de víctimas en la capital, Port Vila, era este domingo de seis muertos, pero según los cooperantes esto no es más que una pequeña fracción de las víctimas que ha habido en todo el país, formado por unas 80 islas.

La ONU dispone de informaciones no confirmadas que dan parte de 44 muertos en una sola provincia, y según Oxfam, el ciclón dañó el 90% de las casas de Port Vila. El archipiélago tiene una población de unos 275.000 habitantes.

El gobierno sigue tratando de evaluar el verdadero alcance de los daños causados por el ciclón Pam, de categoría 5, la máxima, que el viernes por la noche golpeó Vanuatu con ráfagas de hasta 320 km/h.

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Imagen tomada y distribuida por Unicef Pacífico el 15 de marzo de 2015 que muestra un puente destrozado por el paso del ciclón Pam, a las afueras de Port Vila, capital del archipiélago de Vanuatu (AFP/UNICEF Pacific/AFP)

"Ésta podría ser una de las peores catástrofes jamás vistas en el Pacífico, el alcance de las necesidades humanitarias es enorme", y "hay comunidades enteras que han sido barridas", dijo el director de Oxfam para Vanuatu, Colin Collet van Rooyen.

El presidente de Vanuatu, Baldwin Lonsdale, describió la tormenta como "un monstruo que ha devastado nuestro país", con la voz entrecortada al describir la destrucción ocurrida en Port Vila.

El jefe de la policía del archipiélago, el coronel Job Esau, explicó a Radio Nueva Zelanda que se había impedido el acceso al caer la noche en algunos barrios de la capital, en particular los que dan al mar y los centros comerciales, para evitar posibles robos.

Por su parte, el papa Francisco tuvo unas palabras para la población del pequeño archipiélago al acabar la oración del Ángelus este domingo. "Quiero expresar mi solidaridad con la población de Vanuatu, en el océano Pacífico, golpeada por un fuerte ciclón. Ruego por los muertos, los heridos y las personas que se han quedado en la calle. Doy las gracias a todos los que han reaccionado inmediatamente para socorrerles", declaró el pontífice.

Los cooperantes han dibujado un panorama desolador de casas destruidas, árboles arrancados y carreteras cortadas, tras lo que la portavoz de Unicef Alice Clements describió como "15 a 30 minutos de terror absoluto". "La gente no tiene agua ni electricidad, la situación en este momento es desesperada. La gente necesita ayuda", dijo la portavoz a AFP. "La gente está recogiendo fruta del suelo, y después tendrá que echar mano de raíces. Luego no les quedará más comida", añadió.

"Hay casas y pueblos enteros que han sido barridos por completo", apuntó Chloe Morrison, portavoz de la ONG World Vision, que se encontraba en Port Vila.

- Miedo a las enfermedades -

Las asociaciones de ayuda humanitaria temen la falta de alimentos y los problemas de salud, dadas las difíciles condiciones en los centros de acogida para los damnificados.

"En la mayoría de centros de evacuación, mujeres y niños están apiñados como sardinas en lata, por lo que las cuestiones de la salud y la seguridad van a ser primordiales en las próximas semanas", explicó Nichola Krey, de Save the Children.

La ayuda internacional empezaba a llegar, mientras tanto. El aeropuerto de Port Vila ha reabierto parcialmente y será accesible a los vuelos comerciales a partir del lunes. Un avión militar australiano logró aterrizar en el aeropuerto de la capital, con comida y medicamentos. Un avión militar neozelandés llevó también comida, y un aparato francés cargado con material de ayuda salió de la cercana Nueva Caledonia.

El Reino Unido por su lado ha prometido una ayuda de dos millones de libras, la Unión Europea un millón de euros, y Australia 3,8 millones de dólares.

El ciclón Pam cruzó la principal isla de Vanuatu, donde viven más de 65.000 personas, y un grupo de islas situadas al sur, que cuentan con 33.000 habitantes. En el archipiélago polinesio de Tuvalu, a unos 1.500 kilómetros al noreste de Vanuatu, cerca de la mitad de los 11.000 habitantes se vieron afectados por el ciclón, según su primer ministro, Enele Sopoaga.




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