Desde Londres (AFP)

Moonshot CVE, la start-up líder contra el extremismo en internet

Todavía es posible cambiar. Vidhya Ramalingam, fundadora de la start-up Moonshot CVE, se ha propuesto la ambiciosa tarea de enderezar el camino de las personas que se sientan tentadas por el extremismo violento en internet, ya sean yihadistas o de extrema derecha.

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Vidhya Ramalingam, cofundadora de la start-up Moonshot CVE, posa para la cámara el pasado 4 de octubre en Londres - AFP/AFP
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"Todavía es posible cambiar". Vidhya Ramalingam, fundadora de la start-up Moonshot CVE, se ha propuesto la ambiciosa tarea de enderezar el camino de las personas que se sientan tentadas por el extremismo violento en internet, ya sean yihadistas o de extrema derecha.

Su empresa, creada en 2015 en Londres, creció en el anonimato pero ahora empieza a conocerse, especialmente gracias a la reciente asociación con el gigante estadounidense Facebook.

La joven estadounidense y la otra cofundadora, Ross Frenett, que anteriormente trabajaban investigando sobre el extremismo, constataron que los movimientos más violentos van un paso por delante en cuestión tecnológica.

"Se sabía que los terroristas utilizaban internet de manera creativa, que tenían como blanco a los jóvenes, que eran capaces de innovar mientras que los que intentaban combatirles evolucionaban demasiado lento", explica a la AFP.

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Vidhya Ramalingam, cofundadora de la start-up Moonshot CVE, posa para la cámara el pasado 4 de octubre en Londres (AFP/AFP)

De ahí la idea de montar una verdadera empresa tecnológica capaz de seguir el ritmo para combatir cualquier forma de extremismo violento, ya sea yihadista, neonazi, nacionalista o supremacista masculino.

Pero al hacerse más visible, la sociedad se expone y debe multiplicar las precauciones, habida cuenta del la suma sensibilidad de los temas tratados y de la potencial violencia de los individuos.

-Puertas blindadas -

Moonshot CVE (Countering Violent Extremism), que recibe a la AFP en sus oficinas londinenses, mantiene la confidencialidad de su dirección y la mayoría de sus trabajadores no están visibles en internet. Para acceder a sus locales, instalados en un inmueble corriente de la capital británica, hay que pasar varias puertas blindadas e identificarse.

"Tomamos precauciones. Trabajamos en asuntos de alto riesgo y al mismo tiempo intentamos hacer público todo lo posible", explica Ramalingam.

La empresa eligió el nombre de Moonshot en referencia al proceso de lanzamiento de un cohete. Cuenta con 40 empleados que trabajan en quince idiomas, entre ellos el inglés, el francés y el árabe. Dirige 76 proyectos en 28 países, junto a gobiernos, fundaciones o empresas tecnológicas.

Moonshot colabora por ejemplo con el gobierno canadiense sobre el yihadismo y el neonazismo, o con Naciones Unidas sobre los contenidos en línea yihadistas en el sur de y en el sudeste de Asia.

Igualmente, la empresa se asoció hace varios años con Google para filtrar a través de la publicidad a personas que realizasen búsquedas sobre el extremismo violento.

Entre las últimas empresas que se han asociado a Moonshot figura Facebook, que busca evaluar la eficacia de las iniciativas de la red social estadounidense sobre los usuarios que buscan contenidos violentos.

Moonshot tiene un estatus de "empresa social", cercano al de una cooperativa: reinvierte la mayoría de sus beneficios en los proyectos que desarrolla y en la tecnología, lo que garantiza su independencia.

Se ha dado a conocer por haber desarrollado el "redirect method" o "método de redirección", que consiste en detectar individuos seducidos por el extremismo y después tratar de hacerles cambiar de camino.

Se trata de detectar en internet a las personas que buscan contenidos violentos, recoger el máximo posible de datos sobre la manera en la que proliferan estas ideologías, y después intervenir, llevando a cabo campañas de información o entrando directamente en contacto con estas personas.

- "Activistas por la paz" -

La compañía colabora además con trabajadores sociales o especialistas de la salud mental para el trabajo realizado en el "mundo real".

Si bien las redes yihadistas cada vez son más difíciles de detectar en la actualidad, y se han creado cuentas en aplicaciones menos accesibles como Telegram, los neonazis o los supremacistas blancos suelen ser más dados a expresar su ideología abiertamente y por tanto son más fáciles de encontrar, explica la fundadora.

"Cuando creemos que alguien representa una amenaza inminente [...], en escasas ocasiones entramos en contacto con las autoridades", precisa, añadiendo en cambio que no tiene contacto regular con los servicios de inteligencia.

En cuatro años, Moonshot ha acumulado una ingente cantidad de datos y experiencia, lo que le permite cosechar resultados, según Ramalingam, que observa especialmente que los mensajes que proponen ayuda, incluido en el aspecto psicológico, suelen funcionar.

"He trabajado con mucas personas profundamente implicadas en grupos violentos. Actualmente salieron, cambiaron de vida y algunas son incluso activistas por la paz", afirma.



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