Desde Bruselas (AFP)

La UE debate alternativas para contener los precios de la energía

Los ministros europeos de Energía realizan el viernes en Bruselas una reunión de emergencia para discutir formas de reducir los exorbitantes precios de la energía, en un contexto de tensiones por las fugas registradas en gasoductos entre Rusia y Europa.

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La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, atiende a los periodistas antes de la reunión con los ministros del sector el 30 de septiembre de 2022 en Bruselas - AFP/AFP
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Los ministros europeos de Energía realizan el viernes en Bruselas una reunión de emergencia para discutir formas de reducir los exorbitantes precios de la energía, en un contexto de tensiones por las fugas registradas en gasoductos entre Rusia y Europa.

Las preocupaciones por el alza en los precios de la energía se habían expresado ya a fines de 2021, pero desde el inicio de la ofensiva de Rusia en Ucrania, en febrero, la situación se transformó en una crisis de primera magnitud.

A raíz de la ofensiva rusa en Ucrania, la Unión Europea (UE) adoptó sanciones y en represalia Rusia redujo drásticamente su suministro de gas natural, un componente central para mantener en movimiento la industria europea.

En ese contexto crítico, un grupo de países europeos pide a gritos que se adopte un tope al precio del gas, una idea que los técnicos de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) reciben con cautela.

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Unos tanques de almacenamiento de gas en el puerto alemán de Wilhelmshaven, en la costa del Mar del Norte, en una imagen del 29 de septiembre de 2022 (AFP/AFP)

Las fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 agravaron la situación, ya que la UE y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sospechan que se trató de actos de sabotaje.

Rusia, por su lado, no descarta el sabotaje y sospecha de la participación de un estado en el episodio.

La crisis tiene una traducción dramática en la vida real de los europeos. Un panadero belga dijo a AFP que su cuenta de electricidad mensual pasó de unos 1.860 euros (1.800 dólares) a casi 12.000.

"Es absolutamente imposible de pagar", lamentó el maestro panadero Pascale Dumont a AFP.

Este jueves, el grupo empresario BusinessEurope advirtió que el precio exorbitante de la energía podría impulsar el cierre de "miles" de empresas en el bloque o el traslado a países donde los costos sean inferiores.

- Discusión difícil -

Un grupo de 15 países envió esta semana una carta a la Comisión Europea para defender la idea de definir y adoptar un precio máximo para el gas, como forma de contener la imparable subida de los costos.

La idea es adoptar un tope en los precios para todas las importaciones de gas al bloque, que abarca el gas por gasoducto desde Rusia, pero también los envíos de gas natural licuado desde Estados Unidos y otras fuentes.

La Comisión Europea, en cambio, parece más inclinada a limitar la medida al gas importado de Rusia.

Varios países de la UE adoptaron medidas de protección especial a los consumidores particulares para pagar las cuentas de electricidad, aunque la medida tiene un costo descomunal y por lo tanto diversos países piden una definición sobre su continuidad.

Alemania, el país más afectado directamente por la ausencia de gas barato para mantener su industria, ya adelantó que pedirá prestados 200.000 millones de euros para proteger a los hogares y empresas alemanes de una "guerra energética".

La Comisión Europea está tratando de aprovechar la cooperación de la era covid para forjar un enfoque común de la UE sobre energía.

- Demanda mayor que la oferta -

"Europa se enfrenta al chantaje energético de Rusia, y la demanda global de gas es mayor que la oferta", dijo la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.

"Necesitamos trabajar a lo largo de toda la cadena para enfrentar el desafío", dijo, y agregó que un tope en el precio mayorista del gas que ingresa a la UE "es posible" si otras medidas no dan resultados.

Otra propuesta central se refiere a un tope en los beneficios de los productores de electricidad que no utilizan gas, y una contribución de otras grandes empresas de energía.

Se calcula que los gravámenes recaudarían unos 140.000 millones de euros que se pueden destinar a proteger a los consumidores.

Otra medida en discusión es fomentar una sensible reducción en el consumo de energía.

Una de las dificultades de definir una respuesta de conjunto está en que los países del bloque tienen un perfil diferente en materia de necesidad energética.

Francia, por ejemplo, se apoya en la energía nuclear, mientras España recibe gas del norte de África y los países del Este del bloque depender más de combustibles fósiles, en particular el gas proveniente de Rusia.




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