Desde París (AFP)

La crisis brasileña complica la integración de las economías latinoamericanas

La crisis política en Brasil podría complicar un poco más los esfuerzos para integrar las economías latinoamericanas que, según responsables y expertos reunidos en un foro de la OCDE, es la gran asignatura pendiente de la región.

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El ministro de Hacienda brasileño Henrique Meirelles en Brasilia, el 14 de febrero de 2017 - AFP/AFP
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La crisis política en Brasil podría complicar un poco más los esfuerzos para integrar las economías latinoamericanas que, según responsables y expertos reunidos en un foro de la OCDE, es la gran asignatura pendiente de la región.

El ministro de Hacienda brasileño Henrique Meirelles, aseguró este viernes en el foro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en París, que "ahora el punto central en la región es la integración".

Pero el juicio en curso al presidente Michel Temer, que podría anular su mandato, debilita al Mercosur, el bloque del que forma parte junto a Argentina Brasil, Paraguay y Uruguay.

"La inestabilidad [en Brasil] no ayuda" en las negociaciones comerciales en curso del Mercosur, lamentó a finales de mayo el ministro de Economía uruguayo, Danilo Astori.

En particular las de un acuerdo comercial con la Unión Europea, negociado desde 1999 y que ambas partes esperan cerrar en 2017 tras años de vaivenes y reticencias a ambos lados del Atlántico.

La preocupación de Uruguay muestra la dificultad de mantener unido un bloque que depende de gobiernos y circunstancias políticas cambiantes.

Así lo reconoció este viernes el ministro argentino de Producción, Francisco Cabrera, asegurando que los avances actuales en Mercosur solo han sido posibles por la "alineación de planetas", es decir, la presencia simultánea de Mauricio Macri y Michel Temer en las presidencias de Argentina y Brasil, respectivamente.

Algo que ahora podría cambiar.

"Los países que son menos aperturistas (...) han sido tradicionalmente Argentina y Brasil" reconoció Cabrera, pero aseguró que "ahora estamos muchísimo más maduros".

El Mercosur vivió una crisis grave en diciembre pasado, con la suspensión de Venezuela como miembro pleno por motivos políticos.

- Gigante económico -

Junto al Mercosur, el otro gran bloque de América Latina es la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y el Perú). La suma de ambos grupos podría representar hasta el 80% del PIB de la región, según distintos cálculos.

"Los cambios en Argentina y Brasil hacen que esa idea ya antigua de una convergencia entre Mercosur y la Alianza del Pacífico sea más posible hoy que hace dos años atrás", antes de la llegada de Macri y Temer, indica Carlos Malamud, catedrático de historia de América e investigador del Real Instituto Elcano

Pero el sueño de integrarlos y crear un gigante que incluya a las dos grandes economías regionales ?México en el norte y Brasil en el sur? sólo se podrá cumplir con mucho pragmatismo, según la economista Rebeca Grynspan, máxima responsable de la Secretaría General Iberoamericana (SGIB).

Un pragmatismo que empieza por armonizar las instituciones existentes (agencias de certificación de productos, normas fitosanitarias, regulaciones comerciales, etc.) "sin necesidad de ir a un tratado internacional complicado", afirma a la AFP.

Esta integración "de abajo a arriba" pasa además por una mayor movilidad (universitaria y laboral) pero también por más infraestructuras.

El objetivo es evitar, como revela un estudio reciente de la SGIB, que en algunos casos sea más fácil exportar productos del Pacífico pasando por un puerto del Atlántico, al otro lado del continente.

"¡Producimos en un Océano y exportamos en el otro! Desde el punto de visto económico no tiene sentido dividir las regiones entre Pacífico y Atlántico", afirma Grynspan.

En 2016 la región tuvo un Producto Interior Bruto (PIB) negativo por segundo año consecutivo y para 2017 y 2018 el Fondo Monetario internacional (FMI) augura un crecimiento del 1,2% y 2,1%, respectivamente, por debajo de la media.

Ante este panorama, todos los actores económicos de la región repiten como un mantra la necesidad de integrar sus economías, sean cuales sean las dificultades.

Rebeca Grynspan quiere ser optimista. "Los cambios de gobierno pueden obstaculizar pero no pueden parar esos procesos, porque están basados en tratados internacionales, en una normativa que establece reglas de juego a largo plazo".




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