Desde Jan Yunes (Territorios Palestinos) (AFP)

Jerusalén, Capital y Palestina, así bautizaron a trillizos de la Franza de Gaza

Unos lanzan piedras, otros se ingenian otras formas de protesta. Una pareja de la Franja de Gaza se manifestó a su manera contra la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y llamó a sus trillizos recién nacidos, Jerusalén, Capital y Palestina.

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Una pareja de la Franja de Gaza llama a sus trillizos Jerusalén, Capital y Palestina como protesta a la decisión de EEUU de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, el 2 de febrero de 2018 - AFP/AFP
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Unos lanzan piedras, otros se ingenian otras formas de protesta. Una pareja de la Franja de Gaza se manifestó a su manera contra la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y llamó a sus trillizos recién nacidos, "Jerusalén", "Capital" y "Palestina".

"Gracias a dios tuve trillizos, y pudimos así protestar contra la decisión de Trump", dijo el viernes a la AFP la madre de los bebés, Islam al Sukili, de 25 años, en su casa de Jan Yunés, en el sur de la Franja de Gaza.

Jerusalén y Palestina, son los dos niños, y Capital, la niña. Nacieron en diciembre, dos semanas después que el presidente Donald Trump, anunciara el 6 de ese mes que Estados Unidos reconocería a Jerusalén como capital de Israel.

Esta iniciativa unilateral, que rompió con décadas de diplomacia estadounidense y el consenso internacional, indignó a los palestinos que reivindican Jerusalén Este, anexada por Israel, como capital del estado al que aspiran. Israel proclama que toda Jerusalén es su capital "indivisible".

"La decisión de Trump no tiene ningún valor, Jerusalén es nuestra capital eterna", afirmó el padre de los trillizos, Nidal Sukili, de 30 años.

Los Sukili están felices de mostrar a las visitas a sus bebés durmiendo uno al lado del otro con sus respectivos certificados de nacimiento en su manta.

Pero más allá de la aspiración nacional, estos padres tienen preocupaciones muy concretas en un territorio asediado por las guerras, la pobreza y los bloqueos israelíes y egipcios.

"Nuestro problema son los pañales y la leche", lamentó la madre, cuyo esposo está desempleado.




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