Desde Washington (AFP)

Impacto de la desaceleración china inquieta al mundo

La economía china, golpeada por la escasez de electricidad y una crisis inmobiliaria, ha perdido su esplendor hasta el punto de plantear interrogantes sobre el impacto en el crecimiento global que ha impulsado durante más de 20 años.

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El Evergrande Center en Shanghai, China, fotografiado el 22 de octubre de 2021 - AFP/AFP/Archivos
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La economía china, golpeada por la escasez de electricidad y una crisis inmobiliaria, ha perdido su esplendor hasta el punto de plantear interrogantes sobre el impacto en el crecimiento global que ha impulsado durante más de 20 años.

Las dificultades del sector inmobiliario en China, tras los reveses del gigante Evergrande, podrían suponer riesgos para la economía del mundo y afectar a Estados Unidos, advirtió el Banco central de ese país en su informe sobre estabilidad financiera difundido este lunes.

Este representa un cambio de tono respecto a septiembre, cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, todavía juzgaba que la economía más grande del mundo "no estaba realmente expuesta directamente" a las dificultades de la sociedad china.

Evergrande, que arrastra una deuda estimada en 260.000 millones de euros, es uno de los mayores promotores de China. Su situación financiera es seguida de cerca porque su colapso supondría un duro golpe para el crecimiento del gigante asiático.

El sector inmobiliario representa el 25-30% del PIB chino, según estimaciones.

En el tercer trimestre, el Producto Interior Bruto, afectado por la crisis de Evergrande, aumentó un 4,9% en un año frente al 7,9% del segundo trimestre.

"Hasta ahora, la debacle de Evergrande ha sido contenida", enfatiza sin embargo Padhraic Garvey, director de investigación de ING Financial Markets. Pero reconoce que también existen "riesgos desconocidos".

Añadió que la Fed no puede ignorar que "China es una parte importante dado su tamaño y el tamaño de su sector financiero".

En octubre, el Fondo Monetario internacional (FMI) revisó a la baja sus proyecciones de expansión para China, contando con un 8% (-0,1%).

Su economista jefe, Gita Gopinath, había subrayado que la institución presta "mucha atención" a la evolución de la crisis de Evergrande y se remite a sus declaraciones del 24 de octubre.

"Creemos que el gobierno (chino) tiene los recursos y la capacidad para contener el problema, lo que significa que aunque veremos una conmoción en el sector inmobiliario, será contenida y no se extenderá a la economía china en general", estimó en el canal de noticias CBS.

El FMI espera que el PIB mundial aumente un 5,9% este año frente al 6% de julio.

Más allá de la crisis inmobiliaria, muchos economistas anticipan la desaceleración de la segunda potencia económica mundial, ya que el gobierno chino, ansioso por reducir la deuda, ralentiza las inversiones de las autoridades locales y endurece las condiciones para la concesión de préstamos por parte de los bancos.

- "Apagón de motores" -

En ese escenario, China experimentará un crecimiento promedio de alrededor del 3,5% para la próxima década (2022-2031), o aproximadamente la mitad de la tasa de crecimiento de la década de 2010, según las proyecciones de Conference Board publicadas la semana pasada.

Ese grupo de investigación estadounidense estima que la economía china se asentará en una trayectoria de desaceleración del crecimiento "lenta y prolongada" durante la próxima década.

Aun así, "la desaceleración económica en China representa una especie de apagón de motores de la economía mundial", señala Gregory Daco, economista de Oxford Economics.

La "dinámica permanece por el momento siempre favorable", matiza.

Sobre todo porque la desaceleración en China se compensa en parte con un crecimiento "relativamente robusto en Estados Unidos" y en Europa.

"Estamos asistiendo a una especie de efecto péndulo que permitió evitar una desaceleración pronunciada en el tercer trimestre de la economía mundial" y este efecto sin duda continuará hasta fin de año, anticipa Daco.

A más largo plazo, la inevitable ralentización del crecimiento chino, también ligada al envejecimiento de su población, permitirá redistribuir las cartas.

Los países que actualmente dependen mucho de China, como Indonesia, Vietnam o Tailandia, deberían pesar más en la economía mundial, como lo hace India.

En cuanto a América Latina, "todo dependerá de la estabilidad política", enfatiza Daco.




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