La inmensa mayoría de los transeúntes en el centro de Melbourne, segunda ciudad de Australia, llevaban este jueves mascarilla, conforme a la obligación impuesta por las autoridades locales para tratar de frenar la propagación del nuevo coronavirus, constató la AFP.
La inmensa mayoría de los transeúntes en el centro de Melbourne, segunda ciudad de Australia, llevaban este jueves mascarilla, conforme a la obligación impuesta por las autoridades locales para tratar de frenar la propagación del nuevo coronavirus, constató la AFP.
El estado de Victoria, en el sureste, del que Melbourne es capital, registra este jueves 422 nuevos contagios casos de covid-19 (484 el miércoles), y el número diario de nuevos casos allí es superior a 100 desde hace más de dos semanas.
Los habitantes de Melbourne deben desde la medianoche del jueves llevar cuando salen de sus casas, bajo riesgo de multa de 200 dólares australianos (123 euros, 140 dólares).
El primer ministro del Estado, Daniel Andrews, consideró que las restricciones y el confinamiento parcial habían permitido estabilizar el ritmo de contagios, y que el siguiente paso era desacelerar.
"La estabilización no es suficiente. La población respondió muy bien", declaró a periodistas.
El aumento de casos en Victoria convenció a los habitantes a usar la mascarilla en las calles.
"No estamos acostumbrados a ver esto", dijo a la AFP Zoie Dicker, una transeúnte.
Desde el inicio de la pandemia, se han registrado en Australia más de 13.300 casos de contagio y 133 muertes. La isla tiene 25 millones de habitantes.
