Desde París (AFP)

Frente a la caída de turistas extranjeros, París apuesta por el turismo local

Frente a la caída del número de turistas extranjeros debido a la pandemia de coronavirus, los profesionales del turismo en París cuentan con los clientes locales para salvar en parte la temporada de verano.

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Las orillas del Sena, ocupadas por las Playas de París el 19 de julio de 2020 - AFP/AFP
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Frente a la caída del número de turistas extranjeros debido a la pandemia de coronavirus, los profesionales del turismo en París cuentan con los clientes locales para "salvar" en parte la temporada de verano.

Restaurantes, museos y otras atracciones turísticas en toda Francia fueron golpeadas duramente por los dos meses de confinamiento, y París en particular todavía sufre de la ausencia de los millones de turistas extranjeros que cada año visitan la Ciudad Luz.

Pero mientras que los hoteles permanecen en su mayoría vacíos, muchos cafés y restaurantes de París, que reabrieron hace poco más de un mes, intentan atravesar la crucial temporada de verano gracias a la clientela nacional.

En el Jules Verne, el famoso restaurante gastronómico de la Torre Eiffel, las reservas están completas para todo el mes de julio. Y excepcionalmente, la mayoría de clientes son franceses.

Lo mismo se constata en los Bateaux Mouches, los barcos que recorren el río Sena, en donde ahora se escucha, más que antes, hablar francés.

"La clientela francesa es claramente la más numerosa. Tenemos muchas familias en los cruceros de la tarde, gracias a la gratuidad para los niños de menos de 12 años introducida este verano", indicó un portavoz de la empresa Sodexo, que gestiona los cruceros.

Compensa a los turistas de Estados Unidos y América Latina, "dos clientes importantes que están ausentes este año", añadió el vocero.

"Para los franceses, este verano será realmente la oportunidad de su vida para aprovechar al máximo París y sus hoteles, restaurantes, tiendas, parques de atracciones y museos desertados por los turistas extranjeros", señala Vanguélis Panayotis, presidente de la firma especializada en hotelería y turismo MKG Consulting.

- "Sin las terrazas, estábamos muertos" -

Con la llegada del buen tiempo, los parisinos también aprovechan las terrazas de los cafés y restaurantes a los que se les ha autorizado excepcionalmente extenderse durante el verano en las aceras, estacionamientos e incluso algunas pequeñas calles para tratar de compensar las pérdidas de dos meses de cierre.

"Sin las terrazas, estábamos muertos. Es una bocanada de aire fresco", dice a la AFP el dueño del restaurante Le Bistrot d'à côté Flaubert, Stéphane Manigold, ubicado en el noroeste de la capital francesa.

Para atraer a los clientes locales, sobre todo a los empleados de oficinas del barrio, Manigold propone un menú a 24 euros (28 dólares), lo que le ha permitido generar entre 70% y 80% de las ganancias de un mes de julio normal.

Aunque los monumentos, cruceros y restaurantes han logrado adaptarse, los que más sufren son los profesionales de la hotelería. "Dos tercios de los hoteles de la capital francesa están vacíos este verano y menos de la mitad han reabierto, es algo jamás antes visto", señala Vanguélis Panayotis.

"Si la situación no mejora, toda una industria está en peligro", añadió Panayotis.

Francia es el primer destino turístico mundial con 90 millones de visitantes al año. París y su región recibió el año pasado 50 millones de turistas.

Francia comenzó a reabrir progresivamente sus fronteras exteriores del espacio Schengen el 1 de julio en función de la situación sanitaria de los diferentes países.

Con respecto a las fronteras internas europeas, Francia levantó todas las restricciones de tráfico establecidas para combatir la pandemia de COVID-19 el 15 de junio.




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