El soleado norte de África atesora un potencial energético aún sin explotar
Con días soleados casi todo el año, el norte de África atesora un enorme potencial para la energía solar, pero las enormes inversiones y ayudas que requieren algunos proyectos faraónicos suponen un desafío para unos gobiernos justos de dinero.
Con días soleados casi todo el año, el norte de África atesora un enorme potencial para la energía solar, pero las enormes inversiones y ayudas que requieren algunos proyectos faraónicos suponen un desafío para unos gobiernos justos de dinero.
La región presume de algunos proyectos que figuran entre los más grandes del planeta, pero los empresarios de energías renovables advierten que el acento debería ponerse en proyectos de menor envergadura pero con resultados más tangibles.
Egipto, el país árabe más poblado con 100 millones de habitantes, ha hecho de la energía solar una prioridad para conseguir que un 42% de su electricidad sea de origen renovable en 2035. En 2016, este porcentaje era de apenas un 9%.
A 40 kilómetros de la ciudad de Aswan (norte), se levanta el parque solar de Benban, una macroinstalación visible desde el espacio.
Financiado parcialmente por el Banco Mundial, este proyecto de 4.000 millones de dólares y de 37 kilómetros cuadrados de superficie dispone de 6 millones de paneles. Sin embargo, solo sirve para iluminar 420.000 hogares, según Naciones Unidas.
- Incentivos para el consumidor -
Para impulsar esta transición verde, las autoridades deberían incentivarla entre los consumidores, que no disponen de recursos para reconvertir sus hogares a la energía solar, advierte el experto en economía verde en la región, Mohamed Abdel Rauf.
Para él, el Egipto rural o las turísticas costas del mar Rojo y Mediterráneo son terrenos más propicios para su uso que El Cairo, donde el espacio en los techos de los edificios es más limitado.
Además, los paneles solares no satisfacen completamente las necesidades de la gran ciudad como "alimentar el aire condicionado en el verano", indicó Abdel Rauf.
El coste estimado de convertir un hogar a la energía solar es de 60.000 libras, unos 3.800 dólares, estimó.
"¿Por qué invertir en una tecnología respetuosa con el medioambiente que es cara? (...) El estado necesita incentivarlo", afirmó.
La Agencia internacional de la Energía (AIE) indicó que en la última década el norte de África consiguió incrementar en un 40% su producción de energía renovable. Pero eso no significa que haya disminuido su dependencia de las energías fósiles.
En Argelia, rica en gas y petróleo y con 3.600 horas de sol anuales, las energías renovables solo representan un 1,8% del consumo eléctrico del país.
- Grandes proyectos poco rentables -
Pionero en la región, Marruecos presume de su central Noor Ouarzazate, uno de los mayores complejos solares del mundo, en las puertas del Sáhara, en el sur del país.
Pero su gestión es deficitaria.
"Desde el comienzo, quedó claro que la estrategia estaba desequilibrada. El error estratégico fue querer invertir en proyectos monstruosos difíciles de financiar", indica Said Guemra, especialista en gestión energética.
El presidente de la empresa emergente de El Cairo Karm Solar, Ahmed Zahran, defiende que es momento de alejarse del modelo de vender únicamente electricidad a la red estatal, como en Benban.
"Las compañías se centran en vender electricidad a un intermediario (el Estado) y no están interesados en participar en la infraestructura de los países en los que operan", dijo Zahran a la AFP.
Su empresa, la primera compañía solar privada en obtener permiso para distribuir energía en Egipto, diseña edificios alimentados con energía solar y sistemas de bombeo de agua que permiten a pueblos enteros operar fuera de la red nacional y sin usar combustibles fósiles.
En su web, Karm Solar se enorgullece de haber evitado el consumo de 2,3 millones de litros de diésel y la emisión de 10.000 toneladas de dióxido de carbono por año.
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