Desde Atenas (AFP)

Cuenta atrás para Grecia antes de la asfixia financiera

Los economistas han empezado a calcular hasta cuándo tendrá el Estado griego suficientes fondos para seguir funcionando, dado que en los próximos meses afronta importantes vencimientos de deuda y los bancos luchan por contener la fuga de capitales.

Grecia,deuda,UE,bancos
El ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, en una reunión con su homólogo británico, George Osborne, en el número 11 de Downing Street, en Londres, el 2 de febrero de 2015 - AFP/Pool/AFP
Anterior Siguiente
Síguenos en Google News

Los economistas han empezado a calcular hasta cuándo tendrá el estado griego suficientes fondos para seguir funcionando, dado que en los próximos meses afronta importantes vencimientos de deuda y los bancos luchan por contener la fuga de capitales.

"Según estoy oyendo, Atenas no tiene ni para el mes de febrero", afirma Alexandre Delaigue, profesor de economía en la escuela militar de Saint-Cyr, cerca de París. Según él, las cosas podrían "acelerarse" tras la crispación observada el viernes en la rueda de prensa ofrecida por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis.

Los analistas están echando mano del calendario para contar cuánto tiempo tendrá dinero el gobierno griego, que por su parte no quiere entrar en este debate. Atendiendo a las cifras, solo en 2015, Grecia debe devolver 9.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional, entre ellos 2.300 millones en febrero y marzo, según Thibault Mercier, economista del banco francés BNP Paribas. Luego, deberá reembolsar 6.700 millones de euros en obligaciones al Banco central Europeo en julio y agosto. Y, por último, 15.000 millones de euros de títulos a corto plazo que están en las carteras de los bancos griegos. Además, el nuevo gobierno de Alexis Tsipras está decidido a aplicar una política fiscal generosa.

Mercier estima en 13.500 millones de euros las promesas de campaña del partido de izquierda radical Syriza, incluyendo la contratación de funcionarios, las ayudas a los hogares más pobres, medidas sobre el precio de los transportes, la supresión de impuestos y la subida del salario mínimo, entre otras cosas. Sin embargo, antes incluso de emprender todas estas reformas, las arcas del estado estarían ya casi vacías. Según el diario Kathimerini, quedan menos de 2.000 millones de euros, que se habrán agotado a finales de febrero, cuando expira el programa de rescate soberano del país. Para colmo, mucha gente ha dejado de pagar impuestos durante la campaña electoral, con la esperanza de que haya una reducción de la carga tributaria.

noticia
Una imagen cedida por la Oficina de Información y Prensa del Gobierno de Chipre muestra al nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, junto al presidente del partido verde chipriota, Giorgos Perdikis, en Nicosia el 2 de febrero de 2015 (AFP/Pio/AFP)

A un mes de que expire el programa de rescate, el nuevo gobierno griego ha dicho que no quiere recibir los alrededor de 7.000 millones de euros restantes. Y también ha anunciado que no trabajará con los delegados de la troika de acreedores (Unión Europea, Banco central Europeo y Fondo Monetario Internacional) que vigilan y validan los recortes, y reformas exigidos a Grecia antes del pago de cada tramo de ayuda.

Varoufakis, en ese sentido, calificó el viernes la delegación de "antieuropea" y afirmó que "está construida sobre una base podrida". Los mercados reaccionaron negativamente y el rendimiento del bono griego a diez años cerró el viernes por encima del 11%. A esos niveles, Grecia no puede volver a los mercados de deuda, de los que está casi excluida desde 2010, cuando se le concedió el primer rescate internacional.

"El gobierno se financia porque los bancos griegos están comprando sus emisiones de deuda a corto plazo y porque el BCE está apoyando a los bancos en cuestión, pero si el BCE cierra el grifo, se acabó", pronostica Alexandre Delaigue.

Por el momento, nadie sabe cuánto tiempo podrán seguir jugando los bancos ese papel de financiador de último recurso. Sobre todo, teniendo en cuenta que las entidades griegas están fragilizadas por la fuga de capitales (en enero, se retiraron 11.300 millones de euros) y sus créditos de dudoso cobro.

La agencia calificadora Standard and Poor's señala que está dispuesta a degradar muy rápidamente las notas de solvencia de Alpha Bank, Eurobank, el Banco nacional de Grecia y el Banco del Pireo. Las cuatro entidades sistémicas, que representan un 90% del sector bancario griego, necesitarán en breve "medidas excepcionales de apoyo", según S&P.




Este sitio usa imágenes de Depositphotos