Desde París (AFP)

Cuando los 'youtuberos' dejan la web para encontrarse con sus fans

Jueves 22 de enero. Norman, de 27 años, número dos de los humoristas franceses en YouTube, informa a sus fans en Facebook del lugar donde estará firmando autógrafos al día siguiente en París. Venid en masa, les dice.

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Una webcam situada frente al logo de Youtube, el 28 de junio de 2013 en París - AFP/AFP/Archivos
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Jueves 22 de enero. Norman, de 27 años, número dos de los humoristas franceses en YouTube, informa a sus fans en facebook del lugar donde estará firmando autógrafos al día siguiente en París. "Venid en masa", les dice.

Y es que, cuando se cuenta con 5,6 millones de abonados a sus vídeos en YouTube, es mejor anunciar los encuentros con los seguidores menos de 24 horas antes, para evitar una muchedumbre. A pesar de esta invitación tardía, varios centenares de adolescentes hacen cola al día siguiente para conocer a su ídolo.

"Estamos muy emocionados. Vemos sus vídeos nada más salir", comentan Gary y Mikaël, de 13 años, que consideran "genial" conocer en persona a Norman. "Nos enteramos del acto por Twitter, a través de amigos", dijo Eleonore, de 16 años, que explica que le sigue "desde el principio, desde hace al menos 2 o 3 años". "Tengo ganas de llorar. ¡He visto todos sus vídeos!", subraya Leela.

Gestionar su popularidad ante seguidores de carne y hueso es un desafío para estas jóvenes estrellas, que se han dado a conocer por vídeos caseros y desean abandonar el ciberespacio para dar un empujón a su carrera. Así, Norman se presta a participar en encuentros públicos ('meet-up') para promover su próximo espectáculo en una sala parisina.

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Unas chicas visitan el evento oficial de COVERGIRL organizado por la estrella de Youtube MissGlamorazzi, el 29 de julio de 2014 en Los Ángeles (EEUU) (AFP/Getty/AFP/Archivos)

En Francia, sólo un puñado de humoristas consigue vivir gracias a los anunciantes en internet, quienes pagan, por ejemplo, un euro por cada 1.000 visitas de un vídeo publicado, dinero que deben compartir con YouTube. En este sentido, los 70 vídeos publicados por Norman desde 2011 cuentan con un total de 638 millones de visitas.

"Lo miro todo el tiempo. Se me hará extraño verlo de verdad", se alegra Eugénie, de 13 años, que ya ha conocido a otras estrellas del ciberespacio.

Las seguidoras se apresuran a publicar los selfis y las fotos del encuentro en internet, con el objetivo de poner en valor su perfil en Facebook.

- Profesionalización -

Las 'youtuberas' de la moda también buscan entrar en contacto con sus seguidores en la vida real.

La número 1 de las blogueras de belleza en Francia es Marie, de 19 años, que, con su seudónimo EnjoyPhoenix, inició una gira por 15 ciudades, donde charla con cientos de seguidores sentados en parques, a los que se dirige con un megáfono. Su público, en un 90% femenino, está compuesto de adolescentes y jóvenes de entre 13 y 20 años. "No me di cuenta en un principio de lo importante que era para ellas [...] Tener 800 personas que te siguen, de esta manera. Me ha dado mucho, mucho miedo", confía a continuación Marie en su vídeo 'balance'. "Hago vídeos en mi habitación, no soy Shakira ni tengo un Óscar. No merezco todo esto".

"En un principio, los 'meet-up' son un poco salvajes y no están muy organizados", confirma a AFP Thomas Owadenko, cofundador de Octoly. Esta compañía pone en relación a las marcas con las 'youtuberas' del campo de la belleza, a menudo pagadas para hablar de un producto.

Estos encuentros informales, sin embargo, son cada vez más encuentros comerciales. En EEUU, estas reuniones se organizan desde hace años de manera profesional en el Vidcon, que este año celebra su sexta edición y donde el público, limitado a 20.000 personas, paga de 100 a 150 dólares por cabeza para reunirse con los blogueros.

"Como a menudo ocurre en la 'Generación Z', los 'youtuberos' no tienen la intención de vivir de ello o de ganar dinero al principio", explica Eric Delcroix, experto en redes sociales, para quien en un primer momento estos se dicen: "Hago mis cosas, porque me gusta y para ver qué ocurre", y los seguidores y el dinero "vienen detrás".




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