Desde Pekín (AFP)

China se reserva municiones para su economía pese a la pandemia

China optó por reservarse sus principales municiones económicas para más adelante y de momento inyecta sin prisa miles de millones para sostener una actividad fragilizada por la pandemia del nuevo coronavirus.

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Un empleado de una fábrica metalúrgica de Huangshi, en el centro de China, en una imagen del 1 de abril de 2020 - AFP/AFP
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China optó por reservarse sus principales municiones económicas para más adelante y de momento inyecta sin prisa miles de millones para sostener una actividad fragilizada por la pandemia del nuevo coronavirus.

La enfermedad paralizó el país en febrero, cuando millones de chinos debieron encerrarse en sus casas. Y las medidas anti-epidemia perturbaron seriamente la producción y el funcionamiento de las empresas.

Ahora, la actividad se reanuda progresivamente pero las consecuencias sobre la economía van a ser duraderas.

Sin embargo, Pekín parece descartar un plan masivo de reactivación y opta por medidas puntuales, según varios especialistas interrogados por la AFP.

La pandemia, que paraliza la economía mundial, lastra gravemente las exportaciones, sector del que China es muy dependiente.

El gigante asiático tendrá un "crecimiento débil durante un largo período", debido a una átona demanda mundial, afirma Houze Song, del grupo de reflexión MarcoPolo, especializado en la economía china.

Una política de estímulos debe pues "reservarse para más tarde" cuando la coyuntura mejore, según Song.

Ahora "la prioridad es evitar las quiebras en cascada y una explosión del desempleo", que se disparó en febrero a su mayor nivel histórico (6,2%), asegura el economista del banco Mizuho, Ken Cheung.

- 'Medidas modestas' -

En los dos primeros meses del año 5 millones de personas han perdido su empleo, según cifras oficiales, que solo reflejan la situación en zonas urbanas.

Y las PME (pequeñas y medianas empresas), las más dinámicas en términos de empleo, son hoy las más vulnerables: unas 460.000 han tenido que cerrar en el primer trimestre, según el gabinete Trivium China.

Ello afecta al consumo interno -otro motor de crecimiento- pues los chinos, "preocupados por su empleo y sus ingresos, ahorran más y consumen menos", explica Houze Song.

El mes pasado, China destinó un billón de yuanes (140.000 millones de dólares) para ayudar a las PME.

Pekín anunció asimismo varias medidas fiscales, entre ellas una exención de impuestos a la compra de vehículos, para sostener al sector automotor, especialmente golpeado.

China también parece dispuesta a dejar que crezca su déficit y a emitir obligaciones para afrontar el nuevo coronavirus.

Pero estas medidas parecen "modestas" comparadas con las tomadas por las grandes economías del planeta, según el economista Andrew Fennell de la agencia de calificación Fitch.

- 'Efectos secundarios' -

Estados Unidos anuncio un histórico plan de dos billones de dólares, y el programa de Alemania, primera economía europea, está cifrado en 1,1 billones de euros. Japón, a su vez, pone 900.000 millones de euros sobre la mesa.

No obstante Pekín podría presentar medidas "más enérgicas" en la sesión anual del Parlamento, opina Fennell.

Este gran acontecimiento político, que fija las orientaciones económicas del país, fue postergado en marzo por la epidemia, y podría celebrarse en los próximos meses.

Las medidas de reactivación sin precedentes tomadas en todo el mundo van a ser "una presión suplementaria para China" para que también siga ese movimiento, opina Ken Cheung.

En la crisis financiera de 2008-2009, China había invertido 4 billones de yuanes (cerca de medio billón de dólares) en grandes proyectos de infraestructura no siempre rentables que aumentaron la deuda, y generaron un exceso de capacidades productivas.

"En 2008, Pekín tenia un mayor margen de maniobra" para reactivar su economía, con un crecimiento anual del 9,6%, recuerda Cheung. El año pasado, fue del 6,1%, el ritmo más bajo desde hace 30 años.

Hoy, cuando la Organización Mundial del Comercio (OMC) teme "la mayor recesión económica de nuestra existencia" China quiere evitar "los efectos secundarios" de un masivo plan sobre sus finanzas, según Ken Cheung.




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