Desde Quito (AFP)

Abultado pasivo obliga a Ecuador a endeudarse en USD 14.000 millones

Ecuador se vio obligado a endeudarse en 14.000 millones de dólares para pagar parte de su abultado pasivo, dijo el presidente Lenín Moreno al cumplir el jueves el primero de sus cuatro años de gobierno, que afronta problemas económicos.

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Lenín Moreno, presidente de Ecuador en su primer informe de gobierno ante la Asamblea Nacional, en Quito, el 24 de mayo de 2018 - AFP/AFP
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Ecuador se vio obligado a endeudarse en 14.000 millones de dólares para pagar parte de su abultado pasivo, dijo el presidente Lenín Moreno al cumplir el jueves el primero de sus cuatro años de gobierno, que afronta problemas económicos.

"Para pagar la deuda, esa deuda que nos dejaron, y para ponernos al día en sus atrasos tuvimos que conseguir financiamiento por más de 14.000 millones de dólares solo el último año", expresó el mandatario en un informe presentado ante el Congreso.

"Eso es cinco veces más que todo el presupuesto de salud", señaló Moreno.

Ecuador, el miembro más pequeño de la OPEP y cuya economía está dolarizada desde 2000, anunció hace una semana que su deuda interna y externa asciende a unos 58.979 millones de dólares, equivalentes a un 57% de su Producto Interno Bruto.

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Presidente Lenín Moreno anuncia nuevas medidas económicas en su primer informe de gobierno ante la Asamblea Nacional, en Quito, el 24 de mayo de 2018 (AFP/AFP)

"Encontré un país irresponsablemente endeudado", apuntó el gobernante en un sereno discurso que contrastó con los encendidos informes anuales que presentaba su antecesor y exaliado Rafael Correa (2007-2017).

Moreno, que responsabiliza a Correa -de quien fue vicepresidente entre 2007 y 2013- de las dificultades económicas que atraviesa el país, indicó que "desde hace un año, todos los días, estamos descubriendo con asombro y desilusión, lastimosamente, que la mesa estaba vacía".

Al dejar el poder, el exmandatario aseguró que las finanzas de Ecuador estaban en clara recuperación tras ser golpeadas por la caída del precio del petróleo, la apreciación del dólar, la disminución de las importaciones, así como por devaluaciones en naciones vecinas y por las pérdidas por 3.344 millones de dólares que dejó un letal terremoto en 2016.

"Nos maquillaron los datos, las cifras, los montos, las encuestas, los análisis y hasta las proyecciones", apuntó.

- Equilibrar las finanzas -

La diputada correísta Gabriela Rivadeneira manifestó por twitter que Moreno "sigue culpando a otros de su ineficiencia e ineptitud, su falta de liderazgo ha provocado graves retrocesos para las grandes mayorías. Ahora gobierna con la minoría económica y mediática. ¡Triste realidad!".

Moreno, quien sostiene una pugna de poder con Correa que llevó a la crisis al oficialismo, presentó un proyecto de ley para estabilizar las finanzas. El presidente planteó la exoneración del impuesto a la renta (de 22% para empresas) hasta por diez años para los inversionistas.

También propuso la reducción gradual a partir de 2019 del impuesto a la salida de divisas (de 5%), aplicado para evitar una fuga de dólares que pudiera poner el riesgo el esquema monetario.

El gobierno morenista es criticado por sectores políticos y ciudadanos por la tibieza con que manejó una crisis desatada en los últimos cuatro meses a raíz de una inusual violencia en la frontera con Colombia, que ha provocado la muerte de siete personas entre militares y periodistas.

Las autoridades atribuyen los ataques a disidentes de las FARC vinculados al narcotráfico, quienes se adjudicaron el secuestro y el triple asesinato de un equipo periodístico ecuatoriano y la retención de dos civiles.

"La frontera ha sido desatendida y vamos a corregir ese error con determinación", declaró Moreno, anotando que hará todo lo posible para "traerlos de vuelta a Ecuador" a los dos civiles secuestrados que están en el lado colombiano.

Añadió que "hemos visto, con dolor e indignación, la peor cara de la corrupción" de la anterior administración.

Jorge Glas, aliado de Correa y elegido vicepresidente en binomio con Moreno, perdió el cargo en enero luego de que fuera condenado a seis años de cárcel por recibir sobornos por 13,5 millones de dólares de la brasileña Odebrecht.




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