Industria peruana de alimentos y bebidas exportó productos por casi US$ 2,500 mlls.
A la fecha está generando 500,000 puestos de trabajo directos. Datos fueron dados a conocer por primer vicepresidente de la S.N.I, Luis Salazar, durante conversatorio con autoridades de DIGESA, que tuvo como fin analizar temas de interés para empresas de ambos rubros. Representante gremial alertó que propuestas que buscan gravar o restringir la venta de algunos alimentos procesados constituyen una mala señal para las inversiones y la generación de empleos en ese sector
23 de febrero de 2012 » Archivo

La Sociedad Nacional de Industrias (S.N.I.), a través de sus diversos comités productivos vinculados con la fabricación de alimentos y bebidas, abrió un importante espacio de diálogo con las autoridades de la Dirección General de Salud (DIGESA) a través de un conversatorio -realizado en su sede de San Isidro- en el que fueron abordados una serie de temas de interés para las empresas del sector.
La inauguración del conversatorio estuvo a cargo del Sr. Luis Salazar Steiger, primer vicepresidente de la S.N.I. quien destacó la importancia de reuniones de esta índole para fortalecer el diálogo institucional y facilitar la construcción de mecanismos de solución convenientes que permitan a ambas partes (Estado y empresa privada) responder a los retos que nos plantea la cada vez mayor globalización de la economía peruana y la inserción de nuestros productos en diversos mercados del mundo.
"Es nuestro deseo contribuir a que nuestro país tenga una autoridad sanitaria sólida y con el personal suficiente y capacitado para cumplir su importante misión, que es la vigilancia, prevención y control de los factores de riesgos ambientales, que afectan a la salud y bienestar de la población, contribuyendo a mejorar la salud individual y colectiva de los ciudadanos", destacó Salazar, tras lo cual anotó que en el sector de alimentos la S.N.I. cumple su rol gremial con transparencia y profesionalismo, difundiendo entre sus asociados la importancia de las buenas prácticas de manufactura y la implementación del plan HACCP.
Aporte de la industria
En otro momento, el primer vicepresidente de la S.N.I. compartió con el nutrido auditorio el reciente éxito de las exportaciones peruanas, que a lo largo de 2011 acumularon ventas record por más de 45,700 millones de dólares, y saludó el reto que se ha impuesto el gobierno del presidente constitucional de la República, Ollanta Humala, de alcanzar en el año 2016 un nivel de exportaciones de 86,000 millones de dólares.
Acerca de lo exportado por Perú el año pasado, Salazar reveló que así como lo hizo la industria metalmecánica con sus ventas al exterior por 700 millones de dólares, la industria de alimentos y bebidas no se quedó atrás y por ello exportó productos por un valor cercano a los 2,500 millones de dólares, monto que representa el 25% de la exportación no tradicional del país.
El vocero gremial informó además que la industria formal de alimentos y bebidas está generando en estos momentos alrededor de 500 mil puestos de trabajo directos y representa alrededor del 30% del PBI Industrial.
Preocupación gremial
Luis Salazar resaltó que la industria de alimentos y bebidas tiene un rol fundamental en elevar los niveles de alimentación y nutrición de los peruanos, considerando que aún tenemos índices elevados en pobreza total del 31% y pobreza extrema del 9.8%, en tanto que la tasa de desnutrición crónica infantil se estima en 18% y el 37% de niños menores de 5 años sufren de anemia.
Por ello, señaló que la Sociedad Nacional de Industrias observa con preocupación cómo se proponen normas que pretenden castigar con impuestos o restringir la venta de algunos alimentos procesados, sin que existan estudios que sustenten tales propuestas o que, por ejemplo, se pretenda prohibir en el Perú la utilización de ingredientes que están permitidos en la mayoría de los países del mundo, sobre todo aquellos con los que tenemos acuerdos comerciales, sin tomar en cuenta las opiniones técnicas de organismos competentes.
Explicó que si son analizados los consumos per cápita de los alimentos procesados en el Perú y se comparan con los principales países de la región, se observará que estamos muy por debajo del promedio.
"No pongo en duda las buenas intenciones que pudieran tener estas iniciativas, pero debo advertir que son malas señales que pueden afectar el normal desenvolvimiento de las actividades industriales, la generación de empleo y la inversión que tanto requiere el país", alertó el primer vicepresidente de la S.N.I., no sin antes hacer un llamado para dejar de lado fundamentalismos ideológicos y que nos concentremos en resolver los problemas técnicamente.
Salazar finalizó su intervención indicando que, además de la fiscalización que se ejerce en la industria formal, es obligación del gobierno y de la DIGESA proteger la salud de los ciudadanos, combatiendo la fabricación y comercialización de alimentos informales que se venden a vista y paciencia de todos los ciudadanos, y que son causa de enfermedades infecciosas y muertes en un gran número de casos.
Exposición de DIGESA
El conversatorio se inició con la exposición de la directora ejecutiva de Higiene Alimentaria y Zoonosis (DHAZ) de la DIGESA, Milagros Bailetti, quien explicó que actualmente su representada cuenta con 19 procedimientos TUPA dentro de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), y que mediante Resolución Ministerial 097-2012 estaban siendo cambiados 5 de esos procedimientos de la DHAZ.
Al respecto, la directora general de DIGESA, Mónica Saavedra, indicó que con las modificaciones a los TUPA se busca crear una plataforma confiable, tanto para los administrados como sus clientes, para así simplificar los trámites y no poner trabas al comercio.
En otro momento, al comentar acerca del uso del colorante artificial Tartrazina en la fabricación de alimentos y bebidas, Saavedra reveló que la DIGESA se reunió con representantes de la S.N.I. para hacer un análisis exhaustivo (técnico y legal) sobre el uso de este componente.
De este modo –explicó la directora general de la DIGESA- quedó demostrado que no está prohibido el consumo de la Tartrazina, y como tal puede ser utilizado con ciertas consideraciones que las empresas ya las están implementando dentro de la información que se debe de entregar al consumidor.