Los rociadores de incendios

Los rociadores son un sistema automático instalado para la detección y extinción de incendios, que se activa al detectar aumentos de temperatura o humo.

Al detectar humo o un conato de incendio lanza potentes chorros de agua con el fin de extinguir las llamas.

El sistema está constituido por tuberías, dispositivos y accesorios para descargar agua a cierta presión y de esta manera apagar el incendio.

El rociador posee un tapón sensible al calor que se destruye a ciertas temperaturas liberando agua pulverizada.

El diseño del sistema de rociadores y la ejecución del mismo sigue criterios como parámetros urbanísticos y edificatorios. Por ejemplo su uso es obligatorio en estacionamiento y depósitos, viviendas multifamiliares o conjuntos residenciales.

Generalmente el uso o no dependerá de la distancia del recorrido del evacuante de la puerta de la habitación a la salida si el recorrido no sobrepasa cierta distancia establecida no sería necesaria su instalación, estos criterios varían de país a país.

Para asegurar la eficacia de los rociadores se realizan protocolos de mantenimiento según cada caso.