Semana Santa

Tiempo de Pascua

El tiempo pascual es un tiempo eclesiástico que comprende cincuenta días, lo que se conoce en griego como Pentecostés. Es el período de tiempo que hay entre el Domingo de Resurrección y el Domingo de Pentecostés.


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Tiempo de Pascua

Este tiempo se celebra con alegría y júbilo entre los católicos, como si se tratara de un solo día festivo, como un domingo.

El tiempo de Pascua es el de mayor fuerza del año. Se inaugura con la Vigilia Pascual y por espacio de siete semanas se celebra hasta la llegada de Pentecostés. Es la representación del paso de Jesús de la muerte hacia la vida, a una existencia gloriosa, divina y definitiva para los católicos.

El pueblo judío ya celebraba "La Fiesta de las Semanas" tal y como sostiene este versículo del Libro del Deuteronomio 16, 9-10:

"Siete semanas contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas. Y harás la fiesta solemne de las semanas a tu Dios; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según tu Dios te hubiere bendecido".

En principio se trató de una fiesta agrícola y luego pasó a ser conmemorativa de la alianza en el Sinaí. Los católicos comenzaron a organizar la prolongación de la alegría de la Resurrección llegó hasta el final de los cincuenta días de la fiesta de Pentecostés, que conmemora el don del Espíritu Santo.

La liturgia insiste en vivir estos cincuenta días como si fuera solamente uno. La primera semana es la "Octava de Pascua", tiempo en que los bautizados en la Vigilia Pascual (Sábado de Gloria), eran introducidos en el misterio de Cristo que la liturgia celebra.

El tiempo de Pascua tiene otra característica llamativa: El encendido del cirio pascual en todas las celebraciones hasta el Domingo de Pentecostés. Representa la luz de Cristo y ayuda a vivir el misterio pascual, el mismo que fue comunicado a los discípulos de Jesús.

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Otro detalle importante está en las lecturas de la Palabra de Dios. La primera lectura es siempre del libro de los Hechos de los Apóstoles, donde se cuenta la historia de la primera Iglesia, formada en medio de dificultades pero que posteriormente pudo difundir la pascua de Jesús. La segunda lectura varia según los tres ciclos de este tiempo: la Primera Carta de San Pedro, la Primera Carta de San Juan y el libro del Apocalipsis.




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