Desde Nueva Delhi (AFP)

Voluntarios de todas las religiones ayudan en los funerales en India

Lo hacemos por humanidad. Es todo. Y a veces es muy, muy, doloroso, dice Suneet Sharma, un voluntario sij, en un crematorio de Nueva Delhi, donde cada día acompaña a las familias en duelo que despiden a las víctimas del covid-19.

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Familiares con equipos de protección integral, durante los últimos rituales de un funeral de una víctima del covid-19 en un crematorio de Nueva Delhi, India, el 15 de mayo de 2021 - AFP/AFP
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"Lo hacemos por humanidad. Es todo. Y a veces es muy, muy, doloroso", dice Suneet Sharma, un voluntario sij, en un crematorio de Nueva Delhi, donde cada día acompaña a las familias en duelo que despiden a las víctimas del covid-19.

Sharma, de 48 años, forma parte de un contingente de voluntarios de una asociación sij de la capital india.

En los últimos dos meses, en todo el país surgieron esos grupos de todas las religiones para ayudar a las familias trastornadas por el dolor y el miedo tras la muerte de alguno de sus seres queridos

En los crematorios y cementerios de Nueva Delhi, desde hace semanas la afluencia de cuerpos ha sido incesante y, al igual que Sharma, voluntarios de todas las religiones pasan sus días con los deudos, que oscilan entre la emoción y el agotamiento, y los apoyan en el momento de cumplir con los ritos mortuorios.

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Un voluntario durante la cremación de una víctima de covid-19, en Nueva Delhi, India, el 12 de mayo de 2021 (AFP/AFP/Archivos)

"Cremamos unos cincuenta cuerpos cada día, pero nunca lloramos, salvo hoy. Era una niña pequeña. Hoy lloramos", dice Sharma con la voz apretada en medio del humo, mientras los familiares contemplan en silencio las llamas crepitantes de la hoguera funeraria.

Por temor a contagiar a los suyos, Sharma hace dos meses que no ve a su familia y para mayor seguridad duerme en su automóvil.

- Sentido de la misión religiosa -

Syed Ibrahim pertenece a una organización caritativa musulmana de Chennai (antes Madrás), la capital del estado de Tamil Nadu, y acompaña a las familias guiado por un sentido de misión religiosa.

"Claro que tengo miedo. Es una enfermedad extremadamente contagiosa", dice a la AFP.

Pero "en nuestra religión dicen que Dios nos destina a determinadas cosas (...) por lo tanto, con valentía, nos ocupamos de los funerales y estamos a disposición para lo que la gente pueda necesitar", agrega Ibrahim.

Por su parte, los "Mercy Angels" (Ángeles de la Misericordia), un grupo de voluntarios cristianos, hindúes y musulmanes de Bangalore en el estado de Karnataka (sur), ayudan a trasladar cuerpos a cementerios y crematorios, debido al costo astronómico del servicio de ambulancias para un número infinito de familias con escasos recursos.

También preparan las tumbas y participan en el último adiós adaptándose al rito religioso de los difuntos.

"Estamos ahí para todos, ya sean hindúes, musulmanes o cristianos", explica a la AFP Mohammed Sadiq, un chofer musulmán que forma parte de los "Mercy Angels".

- Cuerpos abandonados -

Sin embargo, algunas familias prefieren evitar el contacto con los cadáveres de sus seres queridos y acudir al funeral por temor a contraer el virus que ha matado a más de 270.000 personas en India desde el inicio de la pandemia, aunque la cifra real es, según algunos expertos, muy superior.

Desde hace ya un año, Mahdi Raza, un musulmán de 30 años, residente en Lucknow, capital del estado de Uttar Pradesh (norte), ayuda en los funerales de las víctimas del covid-19.

En los últimos meses, Raza ha visto con sorpresa que comunidades no musulmanas le piden ayuda.

"El difunto yacía desde hacía ocho horas en una vivienda y los integrantes de la familia y los vecinos se negaban a incinerarlo. Al final alguien nos contactó y levantamos el cuerpo para llevarlo al crematorio", cuenta a la AFP Raza, dueño de un café.

En Nueva Delhi, Sharma tiene la esperanza de que la crisis se esté atenuando ya que observa una caída del número de entierros diarios que llegó a su punto máximo de 120 muertes diarios a fines de abril y ahora se sitúa entre 80 y 50.

"Hoy hasta el momento sólo hubo 25 muertos y es un alivio", comenta con optimismo.




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